Este domingo 2 de agosto de 2020 se cumplen ya 19 años de que se nos adelantara en el camino hacia la eternidad el célebre personaje de la Fiesta de los Toros, de esos que no vuelven a darse, de una gran personalidad, nos referimos a don Jesús “Ciego” Muñoz.

Un tipo apasionado de la Fiesta Brava, un romántico empedernido que lo llevó a hacer poesía y que, inclusive, en una mesa durante una cena de mucho lujo en honor al matador de toros Manolo Martínez, allá por los años 80, lo cuento porque lo viví, lo presencié, disfrute de un mano a mano de poetas entre lo arrabalero y a la vez delicado y sentido de las letras del “Ciego” Muñoz y lo fino y estudiado en el arte de rimar con ritmo y sonoridad del maestros cordobés Manuel Benítez Carrasco.

Fue torero de la legua, anduvo en la “guerra” por querer figurar en esta difícil profesión haciendo pareja con Juan Estrada y motivado por su hermano, también famoso torero, poeta y comentarista de televisión don José “El Negro” Muñoz, quien se la rifaba como novillero al lado de Alberto Balderas.

Lo de torero finalmente no pudo ser, pero la habilidad y la imaginación de don Jesús a desempeñarse dentro de la Fiesta Brava como apoderado, empresario, poeta y periodista, ésta última actividad en la que encontró su “modus vivendi” al crear la primera agencia información taurina, nada más y nada menos que la “Agencia Muñoz”.

Dueño de una sin igual personalidad, de una percha sin par, con su inconfundible aroma a loción English Leather y de un trato sin discusión pues hasta su mal humor momentáneo era soportable y llevadero por el cariño que le profesábamos. Vaya por ello este respetuoso y a la vez cariñoso homenaje a la memoria de un gran hombre y amigo, don Jesús “Ciego” Muñoz, a 19 años de su partida.

Pie. El gran Jesús “Ciego” Muñoz, gran personaje de la Fiesta Brava / ADARBO