Fue el pasado sábado 6 de noviembre de 2021 cuando en el municipio duranguense de Mapimí, localidad donde se ubica el rancho El Peñolito, precisamente en el que se halla la ganadería de Arturo Gilio, casa de la divisa en verde botella, rojo y negro, propiedad del matador de toros en retiro, empresario taurino y apoderado, don Arturo Gilio Hamdan, se llevó a cabo una tienta en la que así reapareció el destacado novillero Arturo Gilio -hijo- tras cumplir a cabalidad con todo su programa de rehabilitación de la lesión que sufrió en la zona cervical del cuello. 

Como se recordará, dicha lastimadura se la produjo y agravó un novillo de la ganadería sevillana de Juan Antonio Ruiz “Espartaco” al estar toreando el pasado sábado 4 de septiembre en el coso cantábrico de Santoña, parte posterior del cuello por cierto que ya la tenía sensible a causa de que, a mediados de 2020, otro novillo, éste de la dehesa de Ana Mayoral, lo maromeó de fea manera y, después, en septiembre del mismo año, al estar toreando en la ganadería guanajuatense de Juan Antonio del Hoyo, un astado de Marrón lo volteó aparatosamente y fue hasta que en la citada población norteña española de Santoña se acabó de producir la seria lesión con inflamación de vértebras cervicales. 

Ahora, ya recuperado, Gilio tuvo la oportunidad de tentar en su regreso al campo bravo, tras casi dos meses de inactividad, un par de vacas de la dehesa de su padre y con las que se sintió muy bien, sin problemas, con buen desenvolvimiento y poniendo a tono su buena solvente tauromaquia. 

Ya para la próxima semana, Arturo tiene varias invitaciones para hacer tentaderos, entre ellos en las ganaderías de La Concha y El Salitrillo, además de que su administración ya está trabajando para concretar su regreso a los ruedos en el mes de diciembre entrante, aparte de darle seguimiento al trámite de la renovación de su visa de trabajo para regresar a España en el arranque del próximo 2022. 

Pie. Arturo Gilio tuvo un buen regreso al campo bravo / Cortesía Gilio 

Foto: Gilio