Con el corte de dos apéndices, salió en hombros y se alzó como triunfador de la Corrida Guadalupana en la Feria de Aniversario de Puebla, el matador Arturo Saldívar.

El festejo taurino dio inicio con la procesión encabezada por la imagen de la Virgen de Guadalupe, que también se representó en los medios de la arena con serrín de colores.  La intimidad que originó la oscuridad de la plaza que se iluminó únicamente con la luz de las velitas que llevaron en mano los aficionados que se encontraban en los tendidos, así como los toreros, subalternos y demás protagonistas que estaban en el ruedo, dieron un toque especial a ese pasaje.

Se lidiaron cuatro toros de la ganadería Coroneo (primero, segundo, tercero y séptimo, éste como regalo), así como otros cuatro ejemplares de Barralva (cuatro, sexto y octavo, éste como regalo), así como uno de Real de Saltillo, lidiado en quinto sitio, ya que el Barralva se lesionó un pitón durante el transcurso de la lidia.

Fue una noche mágica y de entrega, a pesar de que los toreros dejaron escapar las orejas por no estar contundentes con el acero.

El balance final fue:

Fermín Rivera, silenció tras aviso y palmas.

José Mauricio, silencio tras aviso, silencio y vuelta en el de regalo.

Arturo Saldívar, dos orejas, palmas y silencio en el de regalo.

El festejo tuvo una duración de casi cuatro horas.

Foto: Ángel Sainos