El ganadero José González Esnaurrizar, actual encargado del manejo de la afamada dehesa de La Joya, casa de la divisa en turquesa, amarillo y blanco, invitó al matador de toros mexiquense Ernesto Javier “Calita” y al novillero coahuilense Arturo Gilio para realizar intensas labores de tienta de machos y probatura de toros, según nos lo informa el colega y amigo Luis Miguel Martínez desde Atlangatepec, Tlaxcala. 

Se tentaron entonces en la intensa jornada un total de 19 ejemplares que, únicamente se llevaron al caballo, es decir, sin torear y, se seleccionaron dos toros, uno por espada, para ser probados en la lidia. 

En cuanto a los toreros, se comenta que destacó el buen momento por el que atraviesa Arturo Gilio y la maestría del matador “Calita” quien así cerró su preparación para su compromiso en Apizaco, Tlaxcala. 

Cabe señalar que una de las más significativas acciones de las ganaderías bravas es la tienta. Pues es el “laboratorio” donde prueba la selección de los ejemplares que en un futuro llegarán a las plazas donde se realicen los festejos. 

Entre los jóvenes toreros que apoyaron a los tentadores estuvieron el novillero Hidalgo García, Juan Pablo Ibarra y Jesús Sosa, quienes mostraron voluntad y conocimiento en esta otra faceta de la Fiesta de los Toros. 

De los invitados a la jornada campera, sobresalió la presencia del ganadero y apoderado José Luis Alatorre, del ganadero Sergio Hernández Weber, don Juan Manuel Riveroll y doña Martha Adriana Plascencia. 

Posteriormente, gracias a las atenciones de Nash Hernández, se disfrutó de una sabrosa comida para platicar de lo sucedido en la plaza de tienta. 

Foto: Cortesía Ángel Sainos