La PLAZA DE TOROS “LA LUZ”, le faltó un pelito para llenarse y reabrió sus puertas para iniciar su temporada 2018-2019,  y esta vez entraron de regreso los niños, que por la absurda la prohibición política, no les permitían acceso. Con su presencia, un mariachi y un homenaje a la Virgen Morena, se abrió el festejo.

Se lidió una corrida de MIMIAHUAPAM, fuerte y bien hecha.

Todos cumpliendo al caballo y con embestidas con transmisión que permitieron el triunfo de los toreros.

Sobresalió el Sexto, un gran toro por su clase fuera de serie y emoción en su embestida. Fue premiado con el arrastre lento.

ANDY CARTAGENA es un caballista extraordinario, posee una cuadra que les hace de todo a los toros y además muy vistosa. Le cortó una oreja a cada toro, por su maestría, variedad y fineza con la hoja de peral.

JUAN JOSÉ PADILLA se despidió de esta afición cortando una oreja a su primero por una faena de mucho querer y poder, a un toro que decía mucho al embestir. Su segundo, se agarró al piso y él hizo en esfuerzo grande para hacerle la faena. Desafortunadamente la espada no hizo efectos y perdió su segunda oreja al fallar con el descabello. Fue despedido con un gran cariño y reconocimiento a una trayectoria de toreo cabal.

DIEGO SILVETI le pudo haber cortado la oreja a su primero pero el toro se puso difícil para matarlo y solo fue aplaudido. Con su segundo ha armado la locura en “La Luz”, fue un toro de una clase extraordinaria, y Diego lo entendió desde las verónicas clásicas, un quitazo de gaoneras en los medios, hasta hacerle un faenón de locura.

Se le salió el alma del cuerpo con la muleta; sobre todo al torear con la izquierda en pases con la muleta arrastrando la arena, con verticalidad y la barbilla metida en el pecho. Faena de niveles altísimos, de muletazos tridimensionales dos  del desdén impecables. Al final le cuajó Dosantinas en redondo que hicieron rugir a la afición. Por si faltara algo, le cuajó unas Bernardínas, cambiando al toro a milímetros de su cuerpo. Estocada hasta las citas que hizo rodar a “Bien Coronado”. Dos orejas de mucho peso fueron a dar a sus manos, para dar la vuelta al ruedo en compañía de JUAN PABLO BAILLÈRES.

Arrastre lento a toro.

Al final del festejo ANDY y DIEGO, abandonaron la plaza en hombros.