Por Oscar Tapia/Foto Oscar Mir
A riñón y pundonor el matador texcoqueño Rodrigo Cepeda “El Breco” salió triunfante de la Plaza de Toros de Chicavasco, Hidalgo, al cortar la única oreja de la tarde del domingo pasado. Sus alternantes, la moreliana Hilda Tenorio, el potosino Ricardo de Santiago salieron con las manos vacías, pero dejaron constancia de sus buenos oficios con capote y muleta. Por su parte el caballista Andrés Rozo perdió con el rejón de muerte el apéndice que tenía ganado, echó pie a tierra para descabellar.
La plaza de toros de Chicavasco lució lleno hasta la falda de la montaña, inclusive algunos parroquianos disfrutaron de la Corrida de Feria en Honor de San Bartolomé acomodados arriba de los árboles. Se lidiaron a la española cuatro toros de Pepe Garfias de buena presencia, bravos ante las jacas y mediditos de fuerza ante los coletas, quienes tuvieron que intentar la invención de sus faenas. Buen clima, buen ambiente y, al final, la gente salió contenta.
ANDRÉS ROZO
El exponente del Arte de Marialba derrochó entusiasmo y ganas de agradar ante “Parcero”, toro que enseñó un peligro sordo. El rejoneador colombiano explotó al máximo los pocos atributos del burel para lucir sus cabalgaduras, por eso recibió el agradecimiento del respetable que lo premió con aplausos y vivas. Metió el rejón de muerte y tuvo que desmontar para concluir su labor con el estoque de descabelló, lo que logró al primer viaje.
HILDA TENORIO
A seis meses de su presentación de este año en la México, la plaza que da y quita, la torera moreliana Hilda Tenorio volvió a vestirse de luces (rosa palo y oro) con la intención de redireccionar su carrera. Dejó ver su experiencia en su trasteo, se gustó en una tanda por el lado derecho; “Monarca”, toro de buena presencia, cómodo de pitones, se le paró, ella resolvió con oficio y se ganó el reconocimiento del público. Falló con el acero. Palmas y ovación.
BRECO
Rodrigo Cepeda (rosa y pasamanerías en negro) recibió a “Legislador” con larga de rodillas, le dio su saludo capotero con verónicas y le dibujó un manguerazo de Villalta. Cubrió el segundo tercio e intentó su primer par al quiebro, sin embargo, no estuvo de la mejor manera en la reunión; en el segundo, el de Pepe Garfias lo prendió y lo lanzó por los aires. Con la pañosa se enseñoreó con desplantes muy toreros que remató en el centro del ruedo con pase de pecho rodilla a tierra; allí mismo le estructuró una tanda por ayudados, dos de gran calado; El Breco se gustó y buscó cuajarle otra serie, pero se engolosinó y, Legislador, lo volvió a prender y le pegó una vuelta de campana. El torero se levantó, buscó por el lado izquierdo sin fortuna, estampó sanjuaneras, y metió la espada sin efectos, y mató en segundo viaje. Petición mayoritaria y el juez concedió una oreja.
RICARDO DE SANTIAGO
En su segunda corrida como torero alternativado, el potosino recibió de rodillas en el centro del ruedo al cierra plaza, laceó a la verónica y remató con una media luminosa. Pegó muy bien dos pares de banderillas, en el tercero fue empotrado por el de Garfias contra la pared, después lo trajo prendido de los machos, se temía lo peor cuando lo llevaban a la enfermería, se pensaba que no volvería, pero Ricardo de Santiago es un torero con raza y regresó para culminar su obra; terminó pudiéndole a ese galimatías que resultó ser el que le tocó en suerte, perdió con el acero la oreja que tenía ganada.
INCIDENCIAS
Los tres toros para los coletudos de a pie le pelearon con bravura a los caballos, se pararon ante los toreros y dieron dos tumbos a los de pica.
Las cuadrillas fueron de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados (CATEM). Así sea.