Costa Rica y México se jugaban la cima de la Concacaf. El tri, ya clasificado al Mundial de Rusia, jugó sin las cadenas de la presión que le agobian desde hace un año. Frente a los ticos mostraron un lado agresivo con una alineación distinta a la del pasado viernes contra Panamá. En un momento dulce lo ganaban 0-1 gracias a un remate con los pectorales por parte de Giovani Dos Santos que rebotó en el defensor Gamboa y luego en la portería. Keylor Navas poco pudo hacer.

Los mexicanos habían mantenido la distancia frente a los costarricenses, pero estos, ávidos de poder conseguir su boleto a Rusia, echaron mano de su mago, de Bryan Ruiz. El jugador 10 probó, en la primera jugada del juego, un remate de póster. Ochoa se lo negó con una intervención oportuna. A los centroamericanos les costó cerrarse como defensa y ser certeros en los pases. El entrenador Óscar Ramírez mandó al campo a Johan Venegas para que le ayudara al delantero, Marco Ureña, a conseguir balones. Con el ingreso de Colindres, el ataque tico tuvo un repunte.

Costa Rica se tiró al frente para conseguir el empate y dejaba enclenque su defensa. En una jugada de contragolpe, Gallardo dejó en gran posición a Hirving Lozano para ceder a Raúl Jiménez o a Jesús Corona. Prefirió al Tecatito y este intentó vencer a Navas. El portero del Real Madrid le quitó un gol seguro con un movimiento de los brazos. México pecó de clemente.

En una de las múltiples llegadas de los fundadores del «Pura vida», Wallace le cedió un balón a un Ureña que merodeaba en la periferia del área de México y soltó un disparo que zumbó a Ochoa para convertir el 1-1. Un gol conseguido a pura fuerza.

México llega a 18 puntos y se mantiene en el tope de la clasificación. Le sigue Costa Rica con 15 que, virtualmente, está apuntado al Mundial de Rusia. Tendrían que perder sus dos juegos y luego que Honduras goleara por más de siete goles.