Otro de los destacados novilleros que dieron mucho de qué hablar durante la campaña 2019 y que, por desgracia, a causa de la pandemia, en este 2020 no le han podido dar consecución a su buen andar en las plazas de toros es el novillero duranguense, hecho taurinamente en Aguascalientes, Eduardo Neyra y con él mismo es con quien platicamos sobre su desarrollo a lo largo de esta eterna cuarentena.
“Lo primero que hice cuando empezó la pandemia fue irme a Durango con mi gente y ahí estuve durante mes y medio. Luego me regresé a Aguascalientes y todas las mañanas entrenó en el ruedo del coso ‘San Marcos’, por las tardes me encierro en casa y en las noches estoy estudiando en línea la carrera en Administración de Empresas por la UNID (campus Aguascalientes), ahora mismo ya terminé el séptimo cuatrimestre”.
Además de entrenar y estudiar ¿has tenido oportunidad de ir al campo bravo?
“Sí claro, no como el año pasado, pero dadas las circunstancias si ha habido actividad, es decir, que cada dos semanas hago campo o a la semana, siempre bajo las invitaciones de los matadores Fermín Rivera, Leo Valadez y José María Hermosillo, además de otras que han sido invitaciones personales. Gracias a todo esto, he podido tentar en las ganaderías de Montecristo, Los Encinos, Golondrinas, Los Cues, Marrón, La Punta y La Alianza, además de haber tomado parte en la lidia de cuatro toros a puerta cerrada en el coso de San Luis Potosí”.
En términos generales -finalizó el espigado Eduardo Neyra- “me he sentido bien, a veces con algo de desesperación por no vestirme de luces y ello me desanima, pero también sé que estás son pruebas y estoy listo para superarlas, por lo que ello me motiva más que nunca a seguir adelante en mi sueño por ser lo que más quiero, un matador de toros importante”. ¡Suerte!
DATO
Cada semana o cada dos, Eduardo Neyra está teniendo oportunidad de hacer labores de campo en varias ganaderías, además de torear toros a puerta cerrada
Foto: Eduardo Neyra / Cortesía Neyra