Ahora que se están padeciendo los estragos que ha provocado la pandemia, todo un ejemplo es el que está dando la familia taurina española al defender su derecho a conservar la Fiesta de los Toros a través de importantes manifestaciones en las que se pide que se respete su cultura, que la Fiesta Brava es eso y que todos merecemos acceso a ella.

Las máximas figuras de España han participado en buena parte de ellas y una muestra de ello fue la de Salamanca, donde el valenciano Enrique Ponce pronunció un elocuente discurso en el que la parte fundamental fue eso, lo de acentuar que la gente del toro también somos cultura. Y otra entidad que se significó por su manifestación ha sido Barcelona, donde la expresión general de quienes ahí se hicieron sentir de manera relevante fue la de que la cultura no se censura.

En ese tenor también, además de toreros y ganaderos, de la misma manera aficionados se han dado a la tarea de pugnar porque esté ya de regreso la actividad taurina en plazas como Cáceres, Burgos, Guadalajara, Ciudad Real, Huelva, Castellón, Palencia, Extremadura, Badajoz, Valencia, Valladolid, Albacete, Algeciras, Segovia, Logroño, Murcia y Toledo.

En tanto, la Unión de Criadores de Toros de Lidia, a través de una video conferencia con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, le para propuso la necesidad de la reactivación de la temporada y la adaptación de las normas sanitarias respecto los aforos para garantizar la viabilidad de la celebración de festejos taurinos con objeto de dar salida a su producción perecedera, pues insistieron en que esta situación puede conducir a la desaparición del 30 o 50 por ciento de la raza de bravo en España.

 

DATO

Los ganaderos afirman que con la irreparable pérdida genética y medio ambiental, ello económicamente se está traduciendo en pérdidas que pueden alcanzar los 77 millones de euros

 

Pie. En Sevilla la manifestación fue multitudinaria / Cortesía Cultoro