Guadalajara, Jal. (Por Chano Sandoval) Una ves más Ferrera se consagró en Guadalajara. San Román confirma su idilio con el público tapatío cortado dos orejas.

Se llevó acabo el cuarto festejo de la feria de aniversario en la plaza de toros «Nuevo Progreso» de Guadalajara. Donde actuaron los matadores, el español Antonio Ferrera, y los mexicanos Héctor Gutiérrez y Diego San Román.
Se rindió un homenaje a la gran figura del torero Jorge Gutiérrez, quien hizo de esta plaza su casa cortando cuatro rabos, tres indultos y más de treinta orejas en su paso por el coso monumental de Jalisco.

Abrió plaza “Cardenche” número 34 con 485 kilos para el español Antonio Ferrera (Blanco y Oro) quien recibió al burel con mucha parsimonia con el capote, un quite florido nos recordó al gran Rodolfo Rodríguez “El Pana” seguidas de dos medías de excelente manufactura.
Con la muleta llevó al toro con elegantes doblones hasta a los medios, una vez en ese sitio estructuró una faena aseda y derechista. Por el pitón izquierdo el toro tenía menos recorrido. Ferrera con mucho temple logró sacar una tanda por naturales. Al tirarse a matar lo hizo muy a su estilo alejando abismalmente de su adversario, para dejar un pinchazo repitió la fórmula y el resultado fue el mismo, al tercer intento se perfiló en corto dejando media estocada, con la cruceta cobró efecto. Ovación. El toro fue premiado con arrastre lento.

Marcado con el número 18 de 535 kilos de peso, saltó al ruedo en segundo lugar, bautizado como “Cabuche” que fue lidiado por el hidrocálido Héctor Gutiérrez (Blanco y Oro) quien interpretó su toreo con sentimiento, ante un toro que poco trasmitió al tendido. Pases por naturales de buenas hechuras que poco calaron en el público. Con alardes de valentía logró sacar del letargo al público, con una buena estocada terminó su labor. Vuelta al ruedo.

“Creston” número 29 con 520 kilos tocó en suerte al Diego San Román (Sangre de toro y Oro) el queretano le bajó la mano con clase, con los vuelos de la muleta arrancó los oles del tendido, muy encajado en riñones se fue haciendo del animal por ambos pitones. Faena de muchos cojones. Lo recibió de rodillas y ahí aguantó al burel una eternidad, con lo cual el albero se tupió pronto de sombreros, al tirarse a matar fue prendido bruscamente del muslo izquierdo. El toro salió muerto del embroque sin embargo, se amorcillo y tardó en doblar. Fue necesario descabellar. Oreja. Se fue a la enfermería por su propio pie sin dar la merecida vuelta al ruedo.

“Magistrago” número 8 con 505 kilos fue el cuarto de la tarde y segundo adversario de Ferrera, dejó al toro en los medios para arrancarse al caballo en dos ocasiones, en una estampa muy torera, el ibérico supo agradecer la gesta del picador brindando la muerte del toro al varilarguero para beneplácito de los presentes. El torero lució muy sobrado de recursos con la muleta en molinetes, trincherazos, arrucinas y desdenes así como tandas largas, templadas bien logradas, y con mucha quietud. Se tiró a matar con verdad, dejando una muy buena estocada. Dos orejas.

Número 1 de nombre “Merengon” con 490 kilos. Quien no hizo buena la sentencia de que no hay quinto malo. Fue lidiado por Héctor Gutiérrez, quien sorteó el peor lote de la tarde, fue un toro que poco colaboró con el hidrocálido, y casi nada pudo lucir, dejó una muy buena estocada qué pasó de noche. Silencio

Cerró plaza “Piloncillo” número 15 con 540 kilos que tocó en suerte a Diego San Román inició la grana con la muleta toreando por alto, a pesar que Diego estuvo voluntarioso, la tarde ya se había apagado, Arriesgado el físico a base de valor, logró despertar al respetable, no sin antes llevarse dos feas volteretas sin aparente consecuencias, otra buena estocada que no hizo mucho efecto más bastó para finiquitar la tarde. Oreja

Al final Ferrera salió en hombros San Román no pudo acompañarlo en volandas por la herida que sufrió en su primer toro.

Foto: Plaza Nuevo Progreso