Continuamos con la descripción que hizo el escritor Agustín Linares García, en su obra “Los Toros en España y México”, edición 1968, sobre la formación de la legendaria dehesa nacional Atenco, la primera en registro en el Orbe Taurino, así que de la siguiente manera es como nos adentra en el devenir histórico de esta célebre ganadería, la de la divisa en azul celeste y blanco.

“Fue el ‘Califa e León’, don Rodolfo Gaona, uno de los toreros que mataron más toros de Atenco, además de haber desfilado por la Hacienda en época de tienta los espadas españoles Juan León, Manuel Hermosilla, don Luis Mazzantini, Fernando Gómez ‘El Gallo’, Enrique Vargas ‘Minuto’, José Machío, Enrique Santos ‘Tortero’, Antonio Fuentes, Antonio Reverte, Rafael Gómez ‘El Gallo’, Ricardo y Emilio Torres ‘Bombita’, Juan Belmonte, Ignacio Sánchez Mejías, Manuel Jiménez ‘Chicuelo’, Marcial Lalanda, Victoriano Roger ‘Valencia II’, Juan Anlló ‘Nacional II’ y tantos y tantos que harían interminable esta lista.

Los años subsiguientes la ganadería continuó lidiando en cosos nacionales con el beneplácito de la afición.

En 1964, el ingeniero don Juan Pérez de la Fuente adquiere del arquitecto Luis Barbabosa la mitad de la dehesa que le correspondía de su señor padre, el extinto, don Manuel Barbabosa, formando sociedad con don Gabriel Barbabosa, hermano de don Luis, siendo por mucho tiempo los propietarios y conservando hierro, antigüedad y divisa.

A partir de entonces lidiaron varias corridas de toros, destacando una en Nogales, Sonora, en que actuaron seis matadores y disputándose un trofeo, sobresaliendo el astado llamado ‘Campanero’, un ejemplar extraordinario que correspondió al oaxaqueño Emilio Sosa, siendo indultado a petición del público, quedando la fecha del 4 de julio de 1965 grabada para la larga historia de la ganadería más antigua de México. Dicho toro, ya curado, regresó al campo de donde salió, dando excelentes crías.

Consigno como dato final, que la ganadería de Atenco lidió una corrida de toros en la plaza de Carlos III, de La Habana, Cuba, en el año de 1896, siendo muerta a estoque por el matador de toros sevillano Francisco González ‘Faíco’ a los 23 años de edad.

Atenco usa los colores azul celeste y blanco en su divisa, idénticos a los del Marqués de Saltillo de España, siendo considerada la ganadería más antigua en registro en el mundo”.

Cabe señalar que luego de haberle sido enajenada la dehesa a don Juan Pérez de la Fuente, según lo apunta la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, éste en 1977 agregó dos sementales zacatecanos de José Julián Llaguno y se hizo cargo de la ganadería hasta el día de su muerte el 5 de marzo de 1988 y la legó a sus actuales poseedores, doña María del Carmen y don José Antonio Pérez de la Fuente, pero don José Antonio falleció el 12 de mayo de 2003 en Toluca, Estado de México y, sus sucesores, con mucha afición, luchan en contra de las adversidades para sostener en pie esta histórica casa ganadera mexicana.

Reiteramos pues que la emblemática ganadería de Atenco, está ubicada en el rancho Fracción de la ex Hacienda de Atenco, ubicada en la localidad de Tenango del Valle, Estado de México. Como denominación tiene el nombre de Mexicapán, su divisa es en azul celeste y blanco y el año de su fundación es el de 1522.

La ganadería de Atenco se presentó en El Toreo de la Condesa, en la Ciudad de México, durante su segunda Temporada Grande, la 1908-1909, el 29 de diciembre estando en el cartel, en mano a mano del badajocense Manuel Mejías “Bienvenida” y el almeriense Julio Gómez “Relampaguito”.

En nuestra siguiente entrega abordaremos el tema sobre la historia de la afamada dehesa tlaxcalteca de Piedras Negras.

 

DATO

Atenco se presentó en El Toreo de la Condesa el 29 de diciembre de 1908 y torearon Manuel Mejías “Bienvenida” y Julio Gómez “Relampaguito”.

 

Pie. Casco de la célebre Hacienda de Atenco / Cortesía Reconoce MX