Una vez que se hizo público y oficial que dos novilleros sin caballos mexicanos, el aguascalentense Alejandro Adame y el queretano Juan Pedro Llaguno, tomarán parte en el certamen de novilladas de promoción de nuevos valores en la Real Maestranza de Sevilla durante el próximo mes de julio, el segundo para el jueves 6 de julio con ejemplares de La Quinta y, el primero, para el jueves 20 con ganado de Cayetano Muñoz, también otros chavales paisanos del mismo rango como los aquicalidenses Héctor Gutiérrez y Miguel Aguilar, incluyendo al propio Llaguno tendrán actividad en ruedos españoles.

Este sábado 1 de julio viene la gran final del concurso novilleril por el trofeo “Alfarero de Plata 2017”, en su IV edición, en el coso “La Sagra” de la localidad toledana de Villaseca de la Sagra a partir de las 19:00 horas (tiempo local), estando en el cartel los mexicanos Héctor Gutiérrez y Juan Pedro Llaguno, además del talaverano Tomás Rufo, el cabanillero Álvaro Sánchez, el madrileño Francisco de Manuel y el torrijeño Jorge Molina para lidiar seis novillos de la dehesa cacereña de Hermanos Sánchez de León, con divisa en grana y oro, y de procedencia Jandilla.

Una gran oportunidad sin duda para que nuestros toreros se muestren y puedan seguir avanzando en su trayecto a hacerse novilleros formales en un ámbito taurino como el español, en el que ambos, tanto Gutiérrez como Llaguno ya gozan de un estupendo cartel.

Por lo que se refiere al también aquicalidense Miguel Aguilar, éste igualmente sigue abriéndose paso y ahora tiene por delante un compromisos de verdad relevante al estar anunciado, dentro de la afamada Feria de Málaga, en el coso “La Malagueta, en un certamen de novilladas sin caballos y ello tendrá lugar el martes 8 de agosto.

Como se sabe, en el caso de los novilleros sin picadores Héctor Gutiérrez y Miguel Aguilar se encuentran en territorio español desde finales del mes de enero pasado, por lo que entonces en los ya cinco meses que tienen por allá haciéndose de un sitio dentro de la torería de su nivel, han ido evolucionando y creciendo tanto como hombres como toreros, alimentando su actitud, su firmeza de carácter y, sobre todo, sus enormes deseos por figurar en una profesión tan difícil como es la del torero. ¡Suerte!