El matador de toros, apoderado y empresario mexiqueño Adolfo Guzmán ha visto cristalizado uno de sus grandes sueños, ese que tiene todo torero desde sus inicios que es el de tener su propio cortijo, así nos lo hace saber el colega y amigo Emilio Méndez. 

Por ello, gracias al apoyo de su familia, de su esposa Norma López Collada Garfias y de sus hijos Alejandra y Adolfo, con un gran esfuerzo y mucha ilusión lograron comprar una propiedad en la localidad queretana de San Juan del Río que lleva por nombre rancho El Pedrero y tras dos años por fin quedo listo tanto la casa como el cortijo que ya lleva por nombre “Valente Arellano”, mismo que inaugurará el próximo sábado 19 de junio, a las 12:00 horas, con un festival taurino de lujo de talla internacional en el que se van a lidiar ejemplares de la ganadería michoacana de La Paz y para ello estarán los diestros, el salmantino el español Pedro Gutiérrez Lorenzo “El Capea”, el mexiqueño José Mauricio, el alicantino Alejandro Esplá y el guanajuatense Diego Silveti. 

Este festival entre amigos es privado, con un aforo reducido, siguiendo la normativa sanitaria con acceso únicamente por invitación. 

Previo al paseíllo, se develará una placa con el nombre del cortijo “Valente Arrellano” y de ello se encargará el padre del malogrado matador, el ingeniero Valente Arellano y su hija Salma. 

Para Adolfo Guzmán, se comenta, es un honor y un homenaje a uno de los toreros que ha sido, sin duda, parte de su vida, de su historia y de su gran trayectoria como apoderado, en este caso de Valente Arrellano, con quien inició esta andanza cuando el joven torero de Torreón tenía apenas 15 años de edad. 

Antes, Adolfo había iniciado su etapa como apoderado con el maestro Manolo Espinosa “Armilla”, quien le presenta al ingeniero Valente Arellano y éste le propone llevar los poderes de Valentillo. Así empezó esa historia y esa aventura logrando una brillante etapa como novillero con más de 120 tardes convirtiéndose en uno de los ídolos de esos años logrando cortar 9 orejas y un rabo en la Monumental Plaza México y muchos triunfos en plazas de la República Mexicana para después tomar la alternativa el 3 de junio de 1984, en la Monumental de Monterrey, de manos de Eloy Cavazos y ante la presencia de Miguel Espinosa “Armillita Chico”, con el toro “Solitario” de San Miguel de Mimiahuápam, teniendo una actuación donde cortó una oreja. De ahí con un gran ambiente toreo nueve corridas con las máximas figuras del momento hasta que llegó aquel trágico día, dos meses después del doctorado, el 4 de agosto de 1984, en el que Valente perdiera la vida en un accidente de motocicleta en su natal Torreón, Coahuila. 

Indudablemente un golpe fuerte para Adolfo Guzmán, quien se levantó del duelo para seguir su vocación y apoderar durante su larga trayectoria a varios toreros como Alfredo Lomelí, Alejandro del Olivar, Federico Pizarro, Curro Girón, José María Luévano, Jorge Benavides “Cúchares” y al rejoneador Rodrigo Santos, entre otros. 

“EL REY DEL INDULTO” 

Adolfo Guzmán nació en la Ciudad de México el 19 de octubre de 1950. Se presentó en la Monumental plaza México el 5 de abril de 1970, con el novillo “Kalimán” de la ganadería de Peñuelas y alternando con Alfredo Bustamante, Fernando Rodríguez “Caminante”, Jorge Salazar, Armando Chávez “Carnicerito de Puebla” y Fernando Ramírez “El Gato”. 

Debutó en Venezuela toreando en Maracay el 3 de marzo de 1974, alternando con Fermín Figueras “El Boris” e Iván Rodríguez en la lidia de novillos de Domiciano Camelo. Se presentó en Caracas el 5 de mayo de 1974, con el novillo “Genarito” de Fuentelapeña, yendo en el cartel con Freddy Girón y Pepe Luis Girón. 

A los 16 años sufrió una grave cornada en la femoral en el coso “La Aurora” de Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México. Después toreó ocho tardes en la Monumental Plaza México para después emprender el viaje a Sudamérica por tierra hasta llegar a Colombia en donde sumó un total de 21 novilladas toreando en la Santa María de Bogotá, saliendo en hombros hasta en dos tardes, además de hacer el paseíllo en varias plazas colombianas importantes. 

Luego se desplazó a Venezuela, país en el que llegó a torear 32 tardes en una temporada. En Caracas indultó un toro al igual que en Maracay y otro en Puerto Cabello, de ahí el mote de “El Rey del Indulto”. 

Tomó la alternativa el 4 de mayo de 1975 en la Maestranza “César Girón” de Maracay, teniendo como padrino a Joselito López y de testigo a Adolfo Rojas para lidiar un encierro de Balcones del Río, siendo el astado de la ceremonia “Antichero”. Hizo su último paseíllo el 12 de noviembre de 1978, en la arena venezolana de Calabozo y alternó con Joselito López y Bernardo Valencia en la lidia de toros de Los Aranguez para después iniciar su importante etapa como apoderado y empresario. 

Foto: Adolfo Guzmán