Cuando un ser humano, mujer u hombre, tiene los argumentos para sostener lo que en su momento puede dar como sentencia en cuanto a la actividad que desarrolle, la que sea, estamos hablando de una total integridad moral y ese es el caso irrefutable del chaval novillero aquicalidense Juan Pedro Herrera, quien en especial a esta sección augurara días antes de actuar en el coso “San Marcos” que de la plaza no salía caminando, que lo haría en hombros o a la enfermería y al final de cuentas el torero logró su objetivo primordial, el del triunfo y por ello el reciente domingo salió en volandas con dos “peludas” bien ganadas.

Al respecto, en su visita a esta redacción, Juan Pablo nos dijo: “Siento una satisfacción muy grande y ese presentimiento que tenía fue bueno. Sabía que esta era mi tarde y así fue”.

Cumpliste con el cometido y eso habla bien de ti.

“Sabía qué me estaba jugando y la verdad es que salí con enormes ganas de ‘comerme’ a los novillos y mis alternantes. Sin embargo, no a toda la gente se puede convencer, pero la mayoría si lo entendió. Nosotros somos novilleros, algunos más toreados que otros, pero cada uno busca lo suyo y en lo que a mi respecta estoy más que contento”.

Sobre tu exitosa tarde ¿qué nos puedes decir?

“A diferencia de otras tardes, ahora salí confiado y sereno, sin perder mi objetivo. Disfruté todo lo que hice porque ahora toreé para mí, luego para el novillo y de ahí a los tendidos, logrando así una mejor trasmisión”.

Sin duda, fue un bonito gesto que tu hermano gemelo bajar al ruedo a cargarte en hombros.

“Ya lo creo, eso me llenó de emoción y agradecimiento”.

Ahora, Juan Pedro Herrera estará a la espera de saber donde lo colocará la empresa en las siguientes novilladas. ¡Enhorabuena y suerte!