El llamado “Encuentro Mundial de Novilleros”, en la fase que corresponde como sede al Cortijo “Los Ibelles” de Atizapán de Zaragoza, Estado México, llegará a su término el próximo sábado 21, a partir de las 14:00 horas, con el cartel en el que están puestos los que juicio de la empresa que dirige don Raúl Ibelles son los triunfadores tras cuatro festejos ya realizados.

Así que en esta quinta función actuarán en tercia el local Sebastián Ibelles, el aguascalentense Miguel Aguilar y el mexiqueño Cristian Antar, quienes habrán de lidiar un encierro de seis astados bien presentados procedentes del rancho El Raspiño, localizado en Santa Rosa de Jáuregui, en el estado de Querétaro, donde se encuentra la ganadería de Barralva, casa de la divisa en azul celeste, amarillo canario y rosa, propiedad de los Sucesores de don Luis Ángel Álvarez Bilbao.

Pero ¿cómo fue que llegaron estos tres espadas a este festejo final de triunfadores en el ruedo de “Los Ibelles”?

El anfitrión Sebastián Ibelles se presentó en la inauguración de este serial, el sábado 24 de octubre, cortándole una oreja a un ejemplar de regalo, de nombre “Va por Ustedes”, de la dehesa de Caparica. Luego, al salir del cuarto cartel por lesión el queretano Juan Pedro Llaguno, Ibelles entró en su lugar para torear el sábado 14 de noviembre y lograr cortar las dos orejas y el rabo a “Cumplido” de La Antigua.

Por su parte, Miguel Aguilar en su fecha, el sábado 14 de este mes, con el ganado de La Antigua, le “tumbó” dos apéndices a “Chacharero”.

Y Cristian Antar durante la tercera novillada, efectuada el sábado 7 de noviembre, alcanzó a cortar una oreja al ejemplar de nombre “Corona” de la ganadería de La Soledad.

Quienes también lograron “tocar pelo” en este serial, pero que quedaron fuera de la final en “Los Ibelles” fueron Alejandro Adame, quien le cortó una oreja a “Porvenir” de Arroyo Zarco el sábado 24 de octubre y, Jorge Salvatierra, quien igualmente se hizo de un apéndice de “Modelo” de La Soledad el sábado 7 de noviembre. (ADARBO)

Foto: Cortesía Los Ibelles