El novillero de Aguascalientes Alejandro Adame, como se recordará, se presentó en el coso más importante del orbe taurino, el Monumental de Las Ventas de Madrid el reciente viernes 1 de octubre de 2021 durante la segunda novillada de la Feria de Otoño. Una tarde en la que el espada ha dejado una firme e importante actuación estando cerca de obtener una oreja que quedó en una ovación de peso después de cuajar una faena completa al primero de su lote de la ganadería de López Gibaja. Sin duda, una faena muy de Madrid, pero quien mejor que el propio Alejandro para decirnos cómo vivió la tarde y cuáles fueron sus impresiones, según nos lo comunica el colega y amigo Emilio Méndez. 

LLEGANDO A LAS VENTAS 

“Fue un día muy difícil. Estuve todo el día intentando no llorar de la emoción, de la presión, de estar feliz, porque me sentía un privilegiado de torear aquí. En cuadrillas llegaba todo el mundo y me pegaba un abrazo, además de que José mi hermano, el maestro ‘Zotoluco’ y el matador Mario del Olmo me decían ‘venga cabrón’, me daban golpes de aliento y en ese momento decía, ni me abracen que voy a llorar y la verdad cuando hice el paseíllo me vine arriba. Es la plaza donde todos queremos estar y porque voy a pasar miedo y porque tengo que estar presionado, entonces dije, no voy a inventar nada, no voy a hacer algo que no haya hecho nunca, simplemente de lo que yo estoy seguro lo voy a salir a hacer bien y a disfrutar”. 

CHICUELINAS COMO CARTA DE PRESENTACIÓN 

“Salgo y tampoco vi al novillo como para quite. También por compañerismo, pero me pasó una cosa, que cuando me hago presente en el ruedo, por lo menos para soltar los brazos, mi compañero me tapa y, dije no, ahora se lo pego y me acuerdo que el novillo ya estaba un poco agarrado al piso, pero cuando me puse yo firme, le pegue el primer toque para la primera chicuelina y pues yo no vi nada del otro mundo y bueno se me quedó ahí en un capotazo, a mitad de merced, pero por lo menos se mostró que vengo entregado y que me voy a quedar lo más quieto posible y pues me lo agradeció la gente, por lo menos ya estaban expectantes a ver qué iba a pasar y yo que hacer con mis novillos”. 

EL PRIMERO DE SU LOTE 

“Muy bonito. ‘Unelabios’ se llamó y, mira, tengo una ventaja, que siempre he manejado bastante bien el capote, lo vi rápido al novillo y se venía un poco por dentro por el pitón derecho, pero tenía movilidad y transmitía y pues incluso el recibo de capote fue un poquito arrebatado, pero creo que hubo lances bonitos. La media a pies juntos y la revolera que ya de por sí la atención la tenía con el quite y creo que la gente empezó a romper. 

A lo mejor no era el mejor inicio para el novillo, porque fue bravo y después de lo que hizo en el capote se empezó a quedar un poquito corto, pero dije, ya estamos aquí, ya estaban los medios y vine a echarle un poco de agua. No suelo hacer el pase cambiado, pero Madrid lo amerita y fue otra intención, a mis compañeros con los otros novillos, no se les estaba dando bien y al final hay que intentar que no te afecte eso y fue también otra manera de romper el hielo, hasta conmigo mismo, para calentarme. Luego ahí hubo un par de tandas emocionantes por el pitón derecho, un pase de pecho que lo disfruté enorme, que fue eterno y luego la última tanda con la mano izquierda que ahí fue cuando el novillo dijo, ya me entregué y fueron las mejores embestidas que pegó al final”. 

PONERSE EN EL SITIO 

“No me considero alguien que venda humo. Siempre, aunque este aquí, aunque este en San Juan de las Piedras, yo no voy a engañar a la gente y, obviamente, si hay un sitio, es porque ahí es donde embisten los toros y sobre todo este tipo de novillos como ‘Unelabios’ que era bravo y si en un momento llegué a quedarme un pelín atrás pues él se me venía más vencido. Con la colocación así no le iba a pegar pases y ya que el esfuerzo era estar aquí, tenía un trabajo hecho desde atrás y porque al estar aquí no lo iba a hacer”. 

EL FINAL DE LA FAENA 

“La verdad que cuando le pegue el final, generalmente aquí vienen los novilleros y no salimos de joselillinas y manoletinas, que si de rodillas para acá para allá y, dije, mira voy a pegar unos ayudados por bajo y el novillo lo va a gradecer, luego se me venía por dentro, pero creo que calaron mucho en el público y hubo un par de trincherillas con los que me sentí mucho y ya con la espada me tiré con toda la fe, toda la voluntad. No cayó en el sitio esperado y ahora si, en el descabello vino la ruina”. 

LÁGRIMAS DE HOMBRE Y DE TORERO 

“Lágrimas de todo, de la presión. Tenía ya la oreja cortada, no me iba a cambiar de vida, pero iba a ayudar bastante de cara a México. Venía representando a mi país, en mi nombre y en nombre de mi familia, pues oye, ‘tocar pelo’ en Madrid ya es un logro muy fuerte. Fue ahí un coraje y al final lo del viernes para mí era un sueño y estuve a nada de casi concretarlo”. 

SEGUNDO NOVILLO DEL LOTE 

“Salí con todas las ganas, pero no fue el mismo recibo de capote que del primero. Toda mi intención era pegarle pases y torearlo y ponerle toda mi voluntad y cuando lo llevo al caballo vi que le aprete un par de capotazos por abajo y se me vino a menos. Cuando entró al caballo se medio amagó. Las expectativas no fueron las mejores y, sobre todo, que a la gente no le gustó el novillo, por su falta de fuerza, hasta se me cayó un par de veces, pero intenté cuidarlo. Al final aquí no se viene a cuidar a los toros porque no hay tiempo y no hay paciencia. No se pudo concretar una faena, me quede con la espinita y por lo menos que vean mi voluntad y que ahí está un tío”. 

¿Qué sigue ahora para Alejandro Adame? 

“Pensar en México. Hacer el invierno allá y pues yo tengo muchísima ilusión en regresar a mi tierra, Aguascalientes. Tengo muchísimas ganas de estar en Guadalajara, México o lo que se venga. La siguiente novillada que tengo es el domingo 31 de octubre en Texcoco, un bonito compromiso que toreo con Manuel Perera, quien ha sido uno de los novilleros revelación acá en España y pues puede ser una ‘pelea de gallos’ buena”. 

FRASE 

“No se pudo concretar una faena, me quede con la espinita y por lo menos que vean mi voluntad y que ahí está un tío”, afirma Alejandro Adame 

Foto: Emilio Méndez