Siempre he sido de la opinión de que cuando se juzgue a un torero, se haga de acuerdo a la capacidad de éste y más cuando está en su etapa novilleril pues debido a su edad taurina sabe de lo que puede ser capaz de realizar en el ruedo y la tarde de este domingo 5 de marzo, dentro de la segunda función menor y primera tercia de la Temporada Novilleril Internacional 2017, pudimos ver a chavales que pasan por diferentes fases en su evolución profesional taurina, destacando por supuesto el que está más puesto como lo es el local José María Hermosillo, quien se llevó “el gato al agua” al cortar de forma indiscutible y contundente tres orejas cuando pudieron haber siso cuatro mi estimado juez de plaza Ignacio Rivera Río, pero como dicen en el argot futbolero, ello no influyó en el marcador final pues la aclamada salida en hombros nadie se la quitó al espigado novillero que ya sabe lo que es pisar plazas como la México, Guadalajara, Monterrey y León.

En cambio a sus alternantes, el neoleonés Juan Padilla se vio perdido en su ansiedad por querer hacer mucho y al final de cuentas no lograr el objetivo, sólo el haber sufrido una paliza pero fuera de todo eso lo que se le halaga el torero es el pundonor y el valor para estar en la cara del astado. Y el otro en el cartel fue el también anfitrión Iván Hernández, quien apenas está cumpliendo un año como novillero con caballos, mostró avances en su tauromaquia pero todavía es presa del nerviosismo y de esas ganas descontroladas por querer estar bien. Decía el maestro Rodolfo Gaona que esto del toro “es de entendederas” y así es, se tiene que tener la cabeza fría y el corazón ardiente. Ambos, reiteramos, tienen valor, que es fundamental y a torear se va aprendiendo conforme se vaya entrenando.

Así que ante tres cuartos de entrada en el coso “San Marcos”, en tarde de agradable clima, se lidiaron tres astados de El Greco, ganadería debutante, siendo bueno el primero, con arrastre lento; complicado el segundo y regular el sexto. Y tres de la dehesa de Claudio Huerta, de los cuales el cuarto mereció el arrastre lento y de buen juego resultaron también pero en menor grado, el tercero y el quinto.

José María Hermosillo en el astado que abrió plaza, de El Greco, de nombre “Pegaso”, lanceó con valor a la verónica y sufrió un desarme pero mejor e vio en un quite por saltilleras. Tras el tercio de banderillas, el subalterno Luis Alcántar fue ovacionado en el tercio. Con la muleta, José María cuajó una faena de tandas cortas y templadas por el lado derecho, mismas que remató con el de pecho y un cambio de mano por delante. Por el izquierdo el nivel fue el mismo, de buena calidad, rubricando con un cambiado por la espalda. Más derechazos buenos, con susto incluido, para seguir valiente y torero. Terminó de estoconazo, que tan sólo por la ejecución merecía una oreja y otra por la faena pero al señor juez de plaza y a la gente les pasó de noche y sólo premió con un apéndice al chaval y aún más lo menospreció al concederle el arrastre lento al astado.

A su segundo, de Claudio Huerta, llamado “Riojano”, el mejor novillo de la tarde, de inicio se vio empeñoso con el capote, sobresaliendo un quite combinado con una caleserina, una tafallera y la cordobina. Con la sarga comenzó doblándose y toreando de verdad para luego seguir por derechazos yendo siempre a más en tres series llenas de arte, temple y estupenda exposición. Por naturales se dejó ver muy torero pero era por el pitón diestro por donde logró lo mejor de su trasteo. Cada trazo en la arena fue de mano baja, además de hacer el toreo de manera emotiva y sensacional. Abrochó su artística labor con joselillinas y una arrucina extraordinarias para entrar a matar y dejar otra efectiva estocada para obtener dos apéndices entre gritos de ¡torero! y a los restos del noble ejemplar ojuelense serles concedido el honor del arrastre lento.

Por su parte, Juan Padilla en su primero, de El Greco, estuvo voluntarioso con el capote, acabado el segundo tercio se desmonteró el banderillero Manolo Fuerte. El astado era complicado y Padilla no se amilanó, le puso voluntad y valor, además de aguante, a la situación por ambos lados pero ello no le alcanzó para poderle más al astado y dominio. Pero por ganas no quedó. Manoletinas para cerrar, no acertó al matar y todo quedó en palmas.

En su segundo, de Claudio Huerta, dio una larga cambiada de rodillas cerrado en tablas y ya de pie bregó empeñosamente. Quitó Iván Hernández ceñidamente por gaoneras y Padilla le replicó igual de valiente por saltilleras para después ejecutar un trasteo que comenzó en los medios de hinojos con una arrucina, toreo por alto y un derechazo. De pie le puso ganas el regiomontano por los dos perfiles, aunque sus mejores pasajes los vivió con la mano diestra aunque sin el ritmo que ameritaba el temple que debía poner en uso. Vino un desarme con una voltereta, otras más con tremenda paliza y que lo puso “fuera de este mundo”. Se recuperó y volvió a la cara del astado para instrumentar valerosas manoletinas. No acertó con el estoque y todo quedó en aplausos del respetable.

El tercero en el cartel, Iván Hernández, le puso voluntad en su quehacer capotero, sobresaliendo un valiente quite por tafalleras, incluyendo un susto. En el tercio de varas se hizo ovacionar el picador “El Morucho”. Su faena de muleta, Iván la empezó en el centro del ruedo con dos cambiados por la espalda, una vitolina y el de pecho para luego darse a torear con temple por el pitón derecho, lo mismo que por naturales. Sin embargo, por su falta de experiencia la faena se le vino para abajo a pesar de sus evidentes deseos por querer agradar al público, estando el novillo por encima de él. De su faena se rescata su toreo derechista. Falló al matar y fue despedido con palmas.

Y en el que cerró el festejo simplemente bregó de inicio. En caballos el picador Guillermo Cobos se hizo ovacionar y con la sarga, Hernández comenzó bien haciendo el toreo largo y templado mejor por el derecho que por el izquierdo. Al intentar hacer el toreo circular sufrió un sustazo y otro más y ya no supo que hacer. Desacertó con la espada y todo se redujo a fuertes aplausos.

FICHA: AGUASCALIENTES, Aguascalientes. Segundo festejo de la Temporada Novilleril Internacional 2017. Coso “San Maros”. Entrada: Tres cuartos en tarde de agradable clima. Tres astados de El Greco, ganadería debutante, siendo bueno el primero, con arrastre lento; complicado el segundo y regular el sexto. Y tres de Claudio Huerta, de los cuales el cuarto mereció el arrastre lento y de buen juego resultaron también el tercero y el quinto. José María Hermosillo: Una oreja y dos orejas, con salida en hombros. Juan Padilla: Palmas y palmas. Iván Hernández: Palmas y palmas. Los picadores “El Morucho” y Guillermo Cobos fueron ovacionados. Y los banderilleros Luis Alcántar y Manolo Fuerte se demonteraron.

Fotos Efrén González