El matador de toros tlaxcalteca Alejandro Lima “Mojito” tuvo, como muchos, un año difícil por la pandemia, así que mientras en los dos primeros meses de 2020 se anunciaban muchas oportunidades para que toreara, en cuanto comenzó marzo con él el brote de coronavirus en la vida de muchos mexicanos, como era obvio y tras la imposición del semáforo epidemiológico, sobre todo en rojo, se redujeron los festejos.

Es por ello que Alejandro nos cuenta su historia durante este año tan complicado, en el que tuvo que afrontar como torero muchos retos y por lo que su indómito espíritu lo mantuvo con firmeza y así no claudicar.

¿Cómo fue tu año matador?

“Comencé con mucha ilusión porque los primeros dos meses de 2020 seguía haciendo lo que más me gusta: torear. Así que Xalostoc, Tlaxcala, me regaló una tarde en donde apareció un indulto en mi primero tras una faena que me emocionó mucho más ver cómo la gente se me entregaba, me felicitaba eufóricamente. En el segundo tras otra faena que impactó al público, corté una oreja y así salí en hombros de los aficionados que se bajaron a cargarme y ahí estuve con ellos recibiendo su inolvidable apoyo”.

Todo iba muy bien -continua “Mojito”- “veía un año con un futuro más que sólido para mi carrera, esperando que sumando triunfos pudiera pensar en cruzar el charco y así llegar a España, Francia y Portugal, así que en febrero disfrute de un festival en Lázaro Cárdenas, Tlaxcala, donde corté dos orejas y volví a salir en hombros”.

Para Lima, marzo fue un mes de preparación, “con las intenciones puestas en abril, ya que mi apoderado, Lázaro Rosas, me tenía firmadas tres corridas en Campeche, seguidas de otros cinco festejos en mayo en los estados de Campeche, Yucatán e Hidalgo, por lo que me preparé con toda la entrega que mi corazón exige y asistí a varios tentaderos.

Pero, llegó abril -añade el diestro- “y con este mes la más incierta realidad que he vivido, la pandemia, el Covid-19. Esta difícil prueba que afrontamos en el mundo no me llevó a claudicar en mis objetivos. Al contrario, me obligó a tener fe ciega y entrenar para un cartel sin fecha. Gracias a la invitación del escrupuloso ganadero don Antonio de Haro, se sucedieron una serie de tentadores con el toro con edad, lo que le agradezco profundamente a don Antonio, quien confía en mí”.

Cuando menos le viste la cara al toro

“Si bien no vi al toro en las plazas con público si lo vi en la plaza de tienta. Debo comentar que no sólo en esta prestigiosa ganadería tuve la importante oportunidad de torear sino con toros de Magdalena González, La Trasquila y Los Rodríguez, dehesas que me apoyaron con más de 30 toros a puerta cerrada. Con sinceridad les agradezco que hayan pensado en mí.

“Mojito” sigue con su relato mes a mes de pandemia:

“La incertidumbre aumentó en mayo y junio, sin embargo, el número de toros en la casa de De Haro también. Vaya banquete que me di, enfrentado toros con edad, encastados, algunos complicados, pero es la mejor manera de ir avanzando, hallando mis errores para convertirlos en aciertos y los aciertos mejorarlos para darles más sustento.

El mes de julio en medio de la pandemia, apareció un oasis gracias al apoyo de don Pedro Haces ya que toreé en el ‘Torotón’, lo que me dio nuevamente la oportunidad de alternar con compañeros, algo necesario para aprender y crecer.

En agosto continuó mi preparación con toros de mi apoderado, Lázaro Rosas, y así pude torear el primer festival con público. Sí, ya con medidas sanitarias que exigían poco aforo, sana distancia, uso indispensable del cubre bocas que tapara nariz y boca. En esta experiencia aprecié mucho a la afición taurina, porque su pasión y entrega es única.

Septiembre me trajo un festival taurino y también la noticia de que mi apoderado había firmado la primera corrida después de muchos meses de ayuno debido a la pandemia.

Al llegar octubre, el destino me llevó a los Estados Unidos para ahí tentar en la ganadería Pico Dos Padres, en Peterson, California, más de un par de docenas de vacas y dos sementales. Así mismo, significó volverme a vestir de luces para la Feria de Tlaxcala, pero la circunstancia de una corrida con poca movilidad, hizo que no llegara el triunfo como lo estaba deseando. Sin embargo, una cosa que fue aleccionadora para mí ha sido el darme cuenta de algo que percibo importante, que en estos meses en los que no se detuvo mi preparación, había madurado más como torero al imponerme a estos toros complicados y con poca movilidad.

Noviembre, un mes de mucha concentración, fue el que me puso en el ‘II Torotón’ y en el certamen ‘Buscando un Torero’ de ‘La Florecita’, saliendo airoso de estos compromisos gracias a esos importantes tentaderos de la casa de De Haro, con mi apoderado, de El Vergel, de Magdalena González y de La Trasquila, en fin, de todos los que tuvieron a bien apoyarme para seguir consolidando mi tauromaquia.

Cerré el año con la ilusión de iniciar 2021, sí toreando el 1 de enero en mi tierra, Tlaxcala. Sin embargo, el mundo había cambiado. Mientras en Europa comenzaba el rebrote del coronavirus, en América vino un repunte porque aquí lamentablemente todavía no llegamos al pico de la pandemia”.

En tanto, Alejandro dice tener mucha fe en que “la humanidad pueda superar esta crisis. Se hace necesario para que todos volvamos a nuestra normalidad. Tengo también fe en que encontremos con las vacunas esa añorada luz al final del túnel y esto me conduzca a retomar mi profesión con la devoción acrecentada por la experiencia que nos está dejando la pandemia, de no perder ningún segundo de nuestra existencia en aras de la desidia.

Esto me obliga a redoblar esfuerzos y conquistar mis más caros anhelos, consolidarme no sólo en México sino en España, Francia, Portugal y Sudamérica, porque tantos meses de autocrítica en medio de la soledad a la que nos llevó la pandemia, me hizo ver que mis cualidades sí tienen fundamento.

Finalmente, “Mojito” envía a todos los que tengan a bien leer mi sentir, que tengo fe en que no claudiquen en medio de esta pandemia. No podemos claudicar y nuestro éxito será superar esta tremenda prueba que Dios nos ha dado para ser mejores. Así que les invito, les pido respetuosamente usen el cubre bocas, porque la parte más expuesta es nuestra cara ya que a través de las conjuntivas de los ojos, de la nariz y de la boca puede hallar camino el coronavirus e infectar y si por el momento pueden quedarse en casa será lo mejor para ganarle la batalla a la pandemia. Dios los bendiga a todos y nos dé un gran 2021”. ¡Enhorabuena y suerte!