La festividad de San Fermín en Pamplona, sus famosos encierros y sus corridas de toros durante el mes de julio siempre acaparan la atención del España y a nivel mundial, por ello este 2018 no es la excepción pues miles de visitantes de varias nacionalidades se dan cita en las principales calles de la ciudad navarra para dar rienda suelta a toda una semana de intensa fiesta.

En particular, los tradicionales encierros se celebran con su actual recorrido desde 1927, es decir, que tras la detonación de un cohete a las 08:00 horas en los corrales del GAS, se abre la puerta de éstos y comienza el recorrido del encierro por la llamada cuesta de Santo Domingo para seguir por la zona del Ayuntamiento y luego por las calles de Mercaderes y Estafeta hasta enlazarse a la de Telefónica, llegar al callejón y entonces entrar al ruedo del coso “La Misericordia”, todo ello en un trayecto de 875 metros.

Previo al tronido del cohete, los corredores que representan a las varias peñas pamplonesas y hasta extranjeras, periódico en mano lo agitan hacia arriba, a donde se ubica el nicho donde está San Fermín, a tan solo unos metros de la puerta de los corrales del Gas, para cantarle en tres ocasiones: “A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro, dándonos su bendición, ¡Viva! ¡Gora!” y entonces todo mundo a acomodarse para correr de manera emocionante delante, a un lado y detrás de los toros que se lidiarán por la tarde.

Sin embargo, todo comienza el día 6 de julio con el famoso Chupinazo que, en esta ocasión, los encargados de prender la mecha del cohete que anuncia las fiestas han sido Ibai Ganuza y Leire Zabalza, quienes previamente han pronunciado las tradicionales palabras: “Pamploneses, pamplonesas, iruindarras, ¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!”. Todo ello sucedido en el balcón de la Casa Consistorial, junto a las banderas oficiales y ante miles de entusiastas sanfermineros.

Y al cabo de las siete corridas de toros, además de la novillada y el festejo para rejones que se dan previos a los encierros, el día 14 de julio, a las 00:00 horas, se interpreta en la misma Plaza Consistorial el otro famoso cántico: “¡Pobre de mí, pobre de mí, que se han acabado las fiestas de San Fermín!”. Y así se tiene que esperar el siguiente año para volver a cantar el inicial: “¡Uno de enero, dos de febrero, 3 de marzo, cuatro de abril, cinco de mayo, seis de junio, 7 de julio San Fermín, ha Pamplona hemos de ir, con una bota, con una bota y un calcetín!”.

1927 es el año en que se empezó a hacer el actual recorrido por las calles de Pamplona.

875 metros de longitud tiene el trayecto pamplonés por el que llevan a cabo los encierros.