El invierno pasado trajo novedades en la carrera de José Garrido. Después de dos años en los que se asomó al banquete de las grandes ferias como uno de los jóvenes con mayor futuro de la nueva carnada de toreros, el pacense convirtió el futuro en presente inmediato con un viraje en su carrera profesional. Nueva etapa, nuevo apoderamiento de la mano de José María Garzón, para convertirse, tras una ausencia inicial en Fallas, en un fijo del circuito. Así, como debe ser en un torero novel que aún no vislumbra su techo, el 2017 de Garrido fue en evidente línea ascendente. Ya avisó en la temprana Olivenza paseando un trofeo-y repitió, luego, toque de atención en Sevilla cortando otra de un buen toro de Torrestrella. No hubo fortuna en Madrid, donde apostó fuerte con tres tardes  la reedición del duelo con Curro Díaz por Semana Santa y dos más en San Isidro-, pero equilibró la balanza en Nimes. En su Feria de Pentecostés, indultó a ‘Pañero’, un excelente colorado de Vegahermosa, al que cuajó de principio a fin.

A partir de ahí, Garrido fue indiscutible en todos los ‘puertos’ de envergadura del año. Puntuó en Granada, Algeciras, Badajoz, Pamplona, Mont de Marsán (Francia), El Puerto de Santa María, Valladolid, Albacete, Logroño… Una larga lista en la que destacó su colosal tarde en Cuenca, donde cortó cuatro orejas, y la mejor rúbrica posible al año en Zaragoza, donde echó el cierre a la temporada europea paseando sendos trofeos de toros de Fuente Ymbro y Laguna Janda en la Feria de El Pilar.

Próximamente José Garrido, hará el paseíllo el día 14 de enero de 2018, en la segunda etapa de la temporada en la Plaza México. Alternará con Ignacio Garibay y la confirmación de alternativa de Diego Sánchez. Con toros de la ganadería de Arroyo Zarco.