José Maria Pastor llevó la tauromaquia a tierras estadounidenses, donde se enfrentó a tres imponentes toros de procedencia Domecq y Saltillo, que lidió en solitario a la usanza portuguesa en las ciudades de Denver, Colorado, y Fort Worth, Texas, donde el público se entregó en todo momento en lo que realizaba en el ruedo.

Pastor, ha trascendido fronteras al mostrar su técnica, destreza y valentía en un escenario donde la fiesta brava se vive de manera diferente. Este viaje que realizó en el primer mes del año 2024, es un puente que conecta la pasión por la fiesta de los toros con una audiencia que vive las tradiciones de otra cultura.

En un país donde la tauromaquia no es de arraigo, la presencia de José María ha despertado la admiración de los asistentes de ambas ciudades, mostrando que la emoción por la fiesta brava no conoce fronteras. Su participación refleja el espíritu universal y su capacidad para trascender en otras culturas, compartiendo la pasión de la fiesta brava con un público ávido de nuevas experiencias.

La incursión de José Maria Pastor en tierras estadounidenses representa la oportunidad para compartir la riqueza cultural de la tauromaquia en un contexto internacional. Su participación resalta la universalidad de la fiesta brava, demostrando que la emoción, el arte y tradición de la tauromaquia pueden trascender barreras geográficas y conectar a las personas a través de la pasión por la fiesta brava.

Al respecto el hidrocálido comentó:

“Fue una experiencia diferente pero muy bonita poder llevar la tauromaquia, especialmente mi tauromaquia, a otro país donde la cultura es distinta. Aunque la fiesta de los toros se vive de manera diferente, sigue presente. Es importante reconocer la labor de las personas que hacen posible llevar las tradiciones mexicanas al otro lado del muro.”