Pasada la catarsis que provoca la emoción, el sentimiento a flor de piel y el erizar de los pelos por ver en el ruedo cómo un torero se juega la vida derramando su valor y arte en la lidia de un astado bravo y noble, tal y como sucedió el reciente sábado 6 de este mes en el Cortijo “Las Fuentes”, ubicado en la localidad de Valladolid (Jesús María), Aguascalientes, cuando el diestro anfitrión Arturo Prado se lio con el astado llamado “Morita”, marcado con el número 5, de la dehesa de San Fermín, logrando una bella conjunción taurina y artística que terminó en la elaboración de una gran faena que provocó el indulto del enclasado astado, logramos platicar con el matador que no cabía de contento y que por vez primera en su carrera sabía lo que era perdonarle la vida a un astado. 

Posiblemente esto que viviste no lo tenías contemplado a estas alturas de tu vida tras una interesante trayectoria novilleril y una esforzada carrera como matador de toros que sigue en activo, pero que ahora es más por el gusto de no dejar de torear, tal y como lo has hecho en este festival. ¿Cuál es tu impresión? 

“Sin duda, la tarde del sábado fue para el gozo, para disfrutar. En lo personal entré de última hora al cartel gracias a la invitación del matador Jorge Mora y, al final de cuentas, ‘nos llevamos el gato al agua’. Salieron las cosas muy buenas, el novillo de San Fermín fue extraordinario, muy obediente, con mucha clase y ello me permitió disfrutarlo al máximo, gozarlo, de llegar a ese momento del éxtasis”. 

Se dice que el toro bueno hace ver al torero malo, pero en el caso de “Morita” y Arturo Prado, hubo una conjunción de ambos buenos. ¿Es así? 

“Gracias por la percepción. Lo disfruté mucho, creo que me permitió vaciar muchos de los sentimientos y emociones que traigo dentro. Ha sido de mucha emotividad más que nada”. 

De manera reciente te hemos visto muy activo en el Cortijo “Las Fuentes”, de tu propiedad y de tu familia y, en otras partes tentando y entrenando, lo que no se estaba haciendo no hace mucho y ahora con este tipo de acontecimientos habrá, me imagino, que tomar las cosas con calma, no volverse “loco”, porque luego vienen los asesoramientos equivocados que cambian el rumbo correcto. 

“Si, por supuesto, todo lo tengo muy claro. Ahora estoy en una etapa en la cual mi padre me ha permitido estar toreando de manera constante, sobre todo de disfrutar el toreo, repito, lo tengo muy claro, con el respeto debido al toro, a la Fiesta Brava, a los compañeros profesionales y por ello es que en esta etapa de mi vida estoy gozando y disfrutando del toreo”. 

Para Arturo Prado, curiosamente, en su vida como torero, tanto de novillero como de matador de toros, el del reciente sábado fue el primer indulto en su trayectoria. 

“En efecto, es mi primer indulto, en casa, con un astado de San Fermín y propiedad de mi padrino de primera comunión el maestro Fermín Espinosa Menéndez ‘Armillita’. Coincidieron cosas muy bonitas para que se diera este hecho”. 

¿Qué sigue entonces para Arturo Prado y el Cortijo “Las Fuentes”? 

“En el proyecto familiar del cortijo y del que me han dado la confianza de administrarlo, se tiene programadas varias novilladas, posiblemente alguna corrida de toros y yo estoy abierto a las invitaciones para torear todos los festivales que se puedan”. 

Finalmente, Arturo Prado recomendó e invitó a toda la afición taurina a que “no bajemos la guardia, que sigamos cuidándonos y que en la medida de lo posible disfrutemos del toreo donde se pueda y como se pueda”. ¡Enhorabuena y suerte matador! 

DATO 

Cerca de 20 años tiene Prado como torero, incluida la etapa en la que tomó parte en el Encuentro Mundial de Novilleros y sus casi 10 de doctorado 

Foto: Efrén González