El nombre de Manolo Martínez, quedó enmarcado en El Salón de la Fama de la Confederación Deportiva Mexicana, la cual celebró la inducción de su generación, 2017.

Ha sido un ingreso destacado, ya que, bajo las notas de la banda música, de La Plaza México, se entonó el Corrido de Monterrey.

“Estoy muy contento de poder celebrar con la familia deportiva y taurina de México, el ingreso al Salón de la Fama del mandón de la Fiesta de los Toros en México, Manolo Martínez”, dijo el presidente de la Asociación Mexicana de Tauromaquia, Pedro Haces Barba, quién agradeció al Consejo Directivo de la Codeme, el respaldo para encumbrar otro grande del ámbito taurino nacional.

Esta inducción tuvo la dicha de contar con grandes taurinos de México, quienes se dieron cita al acto en donde Manuel Martínez Ibargüengoitia, hijo del desaparecido Manolo Martínez (+16 de agosto de 1996), recibió una placa y develó el nombre de padre dentro del recinto.

“Estamos felices como familia y por eso el orgullo de formar parte de este salón de la fama de deporte federado, y sobre todo ser hijo de él, y de saber que se le sigue reconociendo al paso de los años”, explicó su primogénito.

La figura de Manolo Martínez, a 22 años de su muerte (mal hepático), se va agrandando, por lo cual se valora más, lo que en vida hizo el mando de la fiesta en México.

“Cada año lo vamos viendo y sintiendo y lo vivimos no solo nosotros la familia, si, no la gente aficionada al toro, por lo grande que fue, y cada vez se siente más su grandeza”, sentenció Martínez Ibargüengoitia.

En esta inducción estuvo José María Arturo Huerta, presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia; El empresario y criador de toros, José Arroyo Loyo; además de los matadores Rafael Ortega, Federico Pizarro, Guillermo Montero, y Alfredo Gómez Brillante, así como el obispo Onésimo Cepeda, el restaurantero Marcos Guillen, dueño del Taquito.