Recibimos la llamada telefónica del matador de toros mexiqueño retirado Guillermo Montero para informarnos que apenas el reciente jueves 30 de noviembre en el hospital de Cancerología de San Fernando, en la Ciudad de México, el oncólogo doctor Bolio le realizó una delicada intervención quirúrgica debido a que el torero padecía cáncer de próstata y hubo de serle extirpada.

La opción de la operación fue determinante para Montero ya que en su familia ha tenido antecedentes sobre el mismo padecimiento, con su padre y su abuelo materno, por lo cual nos comentó con buen humor: “Esta es la quinta cornada en mi vida y es la que más me ha dolido pero ya estamos en plena recuperación”.

Guillermo Montero, quien el próximo viernes 8 de diciembre cumplirá 63 años de edad, fue un novillero de suma importancia pues en la Temporada Chica de 1974 de la Monumental Plaza México hizo pareja torera con Eduardo Liceaga, logrando cortar ambos en la historia del coso los rabos 40 y 41 el 15 de septiembre, respectivamente, Montero al astado “Trigarante” y Liceaga a “Soldado”, los dos de la dehesa de José Julián Llaguno.

Guillermo gracias a esa campaña se hizo matador de toros en el coso Monumental “Santa María” de Querétaro, el 22 de diciembre de 1974, siendo su padrino Mariano Ramos y el testigo Rafael Gil “Rafaelillo”, con “Guarda Plaza” de San Diego de los Padres.

Luego la confirmó en el gran coso de Insurgentes, el 23 de marzo de 1975, llevando como padrino a Curro Rivera y ante la presencia de Mariano Ramos, con el toro “Capuchino” de Jesús Cabrera.

En cuanto a percances, Montero sufrió cuatro cornadas, teniendo lugar la primera en septiembre de 1974 al estar tentando en la dehesa de Cerro Gordo, detectándole mal la herida en el muslo derecho, creyéndose que era un puntazo y así toreó en la Monumental Plaza México para cortar el rabo y después en San Miguel de Allende, Guanajuato, donde un ejemplar de Santacilia lo volvió a herir, ahora en el muslo izquierdo y cuando se hizo atender de esta segunda herida se le descubrió que la primera si era cornada, por lo que se le intervino de los dos muslos.

La tercera fue precisamente el día de su confirmación de doctorado en la Monumental Plaza México, el 25 de marzo de 1975 y en el muslo izquierdo y la cuarta sucedió en 1976 por un ejemplar de San Martín en la zona parietal derecha, con fractura de cráneo.

Este diestro de familia charra, además de su respetable trayectoria como torero, se desempeñó también como apoderado y administrador de campo bravo, como lo fue recientemente en la ya desaparecida ganadería guanajuatense de Autrique.

Ahora, el paso del tiempo le ha cobrado factura pero la raza y la casta de Guillermo Montero lo están sacando adelante del trance que actualmente está pasando. ¡Ánimo torero! y ¡Suerte matador!