La  artista y diseñadora de profesión Isabel Garfias, orgullosa de sus raíces netamente mexicanas y llenas de colorido, presentará su exposición pictórica taurina en el Ateneo de Sevilla, previo a la Feria de Abril, del 21al 24 de abril del 2020.

La potosina Isabel, perteneciente a una importante dinastía ganadera como la de Garfias, creció en su rancho entre vacas y toros de lidia. Trae en su obra la esencia de la pasión y alegría  por la pintura y la fiesta de los toros,  algo que no fue impuesto, sino algo que se dio  en el día a día y  con todo lo que representa el toro bravo y los animales, y que hasta la fecha conserva.

¿Cómo se siente Isabel ante su próximo proyecto?

_Me siento nerviosa y a la vez muy contenta, pero tranquila porque es algo pensado. Es un tema cien por

ciento taurino, donde será mi presentación en tierras hispanas, en una época de preferia. En un lugar muy taurino que me llena de orgullo, en un lugar soñado como Sevilla, donde espero le guste a la afición taurina y luego de ahí la exposición va a un lugar muy conocido como es la Taberna del Alabardero, ahí mismo en Sevilla.

¿Qué significa para ti mostrar el toreo a través de tu arte?

_Realmente yo pinto cosas estáticas, no en movimiento, algún día lo haré. Yo más bien pinto cosas aisladas; por ejemplo dentro de lo que es la plaza, pinto el toro  y los toreros estáticos, sin que estén pegando un pase. Yo creo que el toreo es tan efímero y tan bello y los fotógrafos lo captan. Yo no lo he intentado, hasta el momento no me ha nacido.

¿Qué intentas reflejar en tus obras?

_Mis obras están influenciadas por los elementos mexicanos con mucho colorido. Yo intento reflejar la alegría porque mucha gente ya en el arte se va por lo que vende, es decir mucho el drama, mucha la  sexualidad, mucho lo que causa dolor, yo creo que porque impacta. Yo no quiero reflejar eso, porque  la vida es bastante cansada para mostrar esa parte. Yo creo que es mejor para mi pintar cosas alegres, algo que llame la atención, que digan está padrísimo.

El colorido en mis obras se debe a que pasé mucho tiempo en Oaxaca, tengo muchos amigos oaxaqueños y me enseñaron muchas técnicas de cosas nuevas y era muy feliz allá. Mis piezas son muy estructuradas, no puedo tener una cosa vacía y esa es la base de la carrera.

Mi trabajo se podría decir es naif, casi plano, no por ello autodidacta. Tuve una gran influencia de mis maestros como Ixrael Montes, Andrea Chinoco, Marcela Matos y Rolando Rojo.

Con respecto a la técnica que prefiere Garfias comentó: “El oleó me gusta porque es la técnica que muy  maleable, que puedes corregir a diferencia de la acuarela, es una técnica que considero va a durar para siempre”.

Isabel ha tenido una formación en México e Italia y ha tenido una proyección en nuestro país y en el extranjero en países como Japón, Francia, Italia, Argentina y Estados Unidos. Respecto a lo taurino, su primera exposición fue en 1994 en San Miguel de Allende, en una Convención de la Asociación de Creadores de Toros de Lidia.

El año pasado Isabel Garfias fue invitada a diseñar el ruedo, el anillo y  la contrabarrera de la Plaza “Oriente” de San Miguel de Allende, Guanajuato, en la corrida  tradicional de La Insurgencia, donde fue muy aclamada por la crítica y  debido a tal éxito en noviembre del mismo año, fue invitada a decorar la  plaza de Acho de Lima, Perú, siendo así la primera artista en decorar el legendario coso limeño, iniciativa de la empresa Casa Toreros.

Foto: Prensa IG

 

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