México se quedó con el balón y Rusia con el peligro. Ochoa sufrió más que Akinfeev en los primeros compases. Smolov aparecía por todas partes y el conjunto local pidió dos penaltis. En el primero, Zhirkov se chocó con la pierna de Héctor Moreno. Agua. Y en el segundo, Smolov esperó a Araujo para que le tocara y el VAR lo desestimó. Ni uno ni otro.

El choque lo abrió el anfitrión. Smolov tiró al palo, Glushakov chutó su rechace al cuerpo de Ochoa y la jugada siguió hasta que Golovin la puso, Erokhin falló y Samedov puso el 1-0. Rusia había cruzado el puente y México se asomaba al abismo. Sin embargo, la fe que el ‘Tri’ tuvo para empatar a Portugal y ganar a Nueva Zelanda apareció en Kazán. Héctor Herrera encontró a Araujo en un balón al área que el defensa convirtió en gol de cabeza. Empate y otra vez en semifinales.

Otra reacción inmediata de México que apagó el fuego ruso. El control era mexicano. Rusia quería más, apretaba. En la batalla, cayó Diego Reyes lesionado. También Guardado, que se perderá las semifinales por la amarilla que vio. El anfitrión no quería irse a casa, buscaba seguir jugando en su patio, pero Akinfeev abrió la puerta del gol a Lozano. Su error y la insistencia del Chucky dibujaron el tanto.

Zhirkov fue expulsado por un codazo a Layún. En ese instante se acabó Rusia. México respiró y Aquino agitó el encuentro. El VAR anuló un gol a Héctor Moreno por fuera de juego. El ‘Tri’ ya había hecho su trabajo. 12 años después regresan a semifinales. No se ponen techo. Siguen soñando