Desde el sur de la Ciudad de México nuestro amigo y colega Tadeo Alcina informa que el reciente lunes 24 de este mes, alrededor del mediodía, en el coso taurino de los señores Arroyo, el matador de toros lugareño Manuel González “Montoyita” se dio gusto lidiando a muerte un bien presentado astado y bueno en su juego de la ganadería queretana de Julián Hamdan.

El diestro llegó a esta ocasión tras llevar varios meses preparándose física y mentalmente, además de estar en varias dehesas con el objetivo de retomar su carrera y darle otro aire más fuerte y decidido.

Con ese propósito, Manuel reseñó un toro procedente del rancho Paraíso Escondido, donde se ubica la ganadería de Julián Hamdan, casa de la divisa en morado y azul rey, propiedad de don Julián Hamdan Cerda, vecino del municipio de Tequisquiapan, Querétaro, marcado con el número 59, de nombre “Guerrero de Luz”, con 458 kilos, de pelaje cárdeno oscuro, lucero y apretado de cuerna.

Se cuenta que sus principales características fueron que tuvo motor, de largo recorrido, sobre todo por el pitón izquierdo y que regaló más de 140 embestidas. Por momentos salía con la cabeza algo alta, pero el torero logró expresarse y sentirse.

“Montoyita” lo recibió por verónicas y remató con media. Lo llevó al caballo para que lo picará el destacado varilarguero Omar Morales, teniendo una labor por demás efectiva, se dice, lo cual se dejó ver en el desarrollo de la lidia del burel. El torero cerró el primer tercio con un apretado quite por chicuelinas y remató de una vistosa revolera.

Sin duda, una de las plazas más emblemáticas en la carrera de Manuel González ha sido la de Arroyo y, por fortuna, estuvo presente el jerarca de la familia, don Jesús Arroyo, a quien le brindó la faena y muerte del astado y agradeció “Montoyita” los años de apoyo y amistad.

Se apunta que con la muleta inició con pases de tanteo para luego tomarla con la mano derecha e ir midiendo y atemperando la embestida del toro de Julián Hamdan. El trasteo si bien empezó de manera lucida por ese lado, se fue a más cuando lo probó por el izquierdo, donde “Montoyita” lo pulsó de manera precisa y entonces el toro rompió. Remató con un desdén, evidenciando la firma de la casa y luego vinieron varias tandas por ambos lados.

Posteriormente de que hicieran su lucida intervención los novilleros Emilio Saavedra y Efrén Cabrera, quienes tuvieron lucidos pasajes, Manuel tomó la espada y en la zona de toriles dejó una estocada en buen sitio.

Al final, el torero se mostró satisfecho y comentó: “Siempre es un gusto ponerse delante de un toro y en esta plaza más. Hice las cosas estructuradas, planteadas. El toro de Julián Hamdan tuvo calidad y nobleza. Me sirvió de mucho y fue un buen sinodal.  Con esto se refuerza mi ilusión de retomar mi carrera. Y pues torear aquí, en esta plaza, que la considero mía, es un talismán ya que aquí en tres temporadas toreé 12 novilladas, corté 15 orejas y un rabo, me dieron ocho premios y por ello estoy más que agradecido con la familia Arroyo, con el ganadero Julián Hamdan por sus atenciones y por los amigos que me apoyaron”.

Por su parte, el ganadero Julián Hamdan, quien estuvo presente, se mostró contento y expresó: “El toro me gustó mucho, empezó no muy asentado, pero después del puyazo empezó a mostrar su fondo y sin duda me gustó mucho su largueza y duración por los dos lados, más por el izquierdo. Me voy contento porque además de la calidad mostrada el toro no se cayó, no fue débil y esto para mí es un gran avance luego de lo que me ha pasado las últimas veces. Seguiré trabajando duro por el toro en el que creo”.

Además de don Jesús Arroyo y del diestro retirado Jaime Rangel, estuvieron auxiliando en el ruedo los matadores Alberto Huerta y Salvador López. Del equipo taurino de Arroyo estuvo presente Paola Arroyo, Felipe Olivera y Pablo Martínez.

Pie. Manuel González “Montoyita” en un buen muletazo / Cortesía Tadeo Alcina

Pie. Todos los que intervinieron en la jornada taurina en Arroyo / Cortesía Tadeo Alcina