El día 30 de septiembre de 2018 por la pantalla en la mañana hacia el mediodía en la Ciudad
de México, fuimos testigos de la corrida de la Feria de Otoño en Madrid, que se está
celebrando durante la presente y la próxima semana, con el colofón (ya fuera de la feria) de
la primera actuación de un torero a caballo en solitario con seis toros de diferentes ganaderías
incluida la de Miura, hazaña que acometerá Diego Ventura como sabemos cerca de venir a
nuestro país, como tantos otros de sus colegas europeos de toreo a pie y a caballo.
Fue la de Madrid una corrida muy interesante por varios motivos, contando desde luego con
las valientes actuaciones de Emilio de Justo, Román y Ginés Marín.
Al final quién se llevó el gato al agua fue Emilio y ello a pesar de la semana pasada sufrir
dolorosa cornada, el extremeño supo imponerse a los astados de Puerto de San Lorenzo los
cuales junto con los de la ganadería hermana de La Ventana del Puerto, se lidiaron en la tarde
que se recordará como la unción de Emilio, después de sufrir varios años del ostracismo, que
a veces padecen quienes no logran insertarse prontamente en las nubes del toreo.
Un trofeo en cada toro, le permitió irse en volandas de la afición madrileña que parece
aprobar el experimento de sortear toros y puestos y está haciendo entradas superiores a las
de años pasados en la Feria de Octubre, con clima madrileño que se nota por cierto, muy
agradable.
Emilio fue sumando tarde a tarde durante la temporada y ayer por las imágenes disfrutamos
el ratificar que si bien hay toreros como Roca Rey que desde el inicio de matadores de toros
se insertan en los altos niveles, hay otros como es el caso del torero extremeño, que van
labrando golpe a golpe su carrera en el transcurrir de varios años, en concreto más de once a
partir de que recibió la alternativa en Cáceres para ahora llamar poderosamente, la atención
al mundo taurino, uno de ellos el estimado Justino Compeán, ligado al fútbol pero muy
aficionado al toro y quién amablemente me envió un mensaje del resultado, desde la plaza.
Ginés Marín en su primero estuvo muy bien, muy firme, toreando con gran seriedad y
profundidad y muy decidido, solamente la suerte suprema lo privó de un trofeo, sin embargo
lo bueno de su actuación repercutió en una merecida vuelta al ruedo; en su segundo
desafortunadamente cuando toreaba con gran aplomo la muleta, sufrió una cornada en la cara
pero afortunadamente dijeron los médicos madrileños, fue dolorosa pero sin consecuencias
graves.
Y posteriormente nos fuimos a la novillada en La México, donde Sebastián Ibelles dio una
grata sorpresa en su debut con picadores con una novillada de Fernando Lomelí cuya casa
ganadera se ubica en el municipio de Parras, Coahuila.
Ibelles labró una faena con gran intuición para recibir un trofeo muy merecido y deja
constancia de que existe un muy buen prospecto para el futuro próximo y que merecidamente
llega a la parte final del certamen Soñadores de Gloria.
Héctor Gutiérrez en un lapso de un día actúo en Guadarrama, en España y salió en hombros
el sábado y el domingo en La México se le vio desenvuelto a pesar del trajinar de un país en
otro, en el nuestro no le dieron francamente un buen lote de tres novillos que le tocaron lidiar
por la cornada que sufrió su compañero André Lagravére quién esperemos se recupere
pronto de su doloroso percance.
El próximo domingo regresará a La México Héctor con José María Hermosillo y Roberto
Román, con astados de Maravillas en un cartel de novilleros de Aguascalientes eje principal
del toreo de México y ya veremos que resulta.