Uno de los mejores artistas del toreo con el capote, Ignacio Garibay, decidió que la tarde del 5 de mayo de 2019, fuera el colofón de su carrera de los ruedos.

Nacho inició su trayectoria de novillero en la plaza de Arroyo de nuestra capital mexicana y luego pasó por la Academia de Pastejé en el Estado de México, donde su maestro fue David Silveti y, su alternativa la recibió el 3 de octubre de 1999 en Torrejón de Ardoz, en España con el toro Rohetillo de Antonio San Román, fue su padrino: Vicente Barrera y el testigo: Miguel Abellán.

Durante su carrera tuvo como apoderados, entre otros, a Pablo Labastida, Antonio Corbacho, José Manuel Espinosa, Chacho Vázquez y ahora, en este tramo final, se apoyó con el buen subalterno, Lupillo.

Desde el 1 de mayo en Aguascalientes hubo corridas de toros en la Feria de San Marcos, ese día Antonio Ferrera y Leo Valadez con toros de Los Encinos, lograron buenas faenas que les valieron para obtener dos trofeos al español y uno de cada uno al de Aguascalientes, quién en su aún incipiente carrera avanza con fuerza; los dos salieron en hombros.

Al día siguiente 2 de mayo, Diego Sánchez con un toro de Corlomé y otro destacadamente bueno por codicioso y noble en sus embestidas de Claudio Huerta, obtuvo un trofeo en el primero y en el segundo (por la defectuosa ejecución de la suerte suprema) sólo alcanzó como premio una vuelta al ruedo clamorosa, pegando un toque de atención hacia el torero quién necesita más rodaje, es claro que el aguascalentense bien apunta el cante.

El 3 el torero madrileño López Simón, se inspiró con los toros de Fernando de la Mora logrando impactar por su buen trazo al público, quién le coreó por momentos con el consagratorio grito de ¡Torero, torero! Calando fuerte en al ánimo de la afición que lo sacó en hombros al culminar la corrida.

El 4 quién deslumbró con el temple que atesora, fue Juan Pablo Sánchez con un toro de Xajay que si bien era débil, tenía una embestida fija y cadenciosa que fue muy bien entendida de quién hoy por hoy, es el que mejor interpreta el llamado estilo mexicano del toreo y que resalto, ejecutó dos series de naturales que nos impregnaron la retina por el trazo impoluto con el que fueron ejecutados.

Un triunfo sin trofeos por fallar en la suerte suprema, fue el resultado del festejo para Miguel Ángel Perera, quién con un toro de regalo de Reyes Huerta bordó el toreo, dada las cualidades de fijeza y recorrido del astado, en una faena en la que prevaleció el buen gusto del torero extremeño.

En el cartel de la despedida de Nacho, se lidiaron toros de Barralva y actúo al lado de Sebastián Castella, quién desde novillero coincidió con el torero capitalino y ahora le acompañó en su última tarde en activo.

El 5 de mayo día se lidiaron toros de Barralva y el francés logró dos trofeos para su espuerta. Sergio Flores con gran disposición recibió un trofeo de su primero que en la suerte suprema lo arropó, tuvo el coraje Sergio de actuar en su segundo a pesar de haber quedado maltrecho, y al final se fue al sanatorio, para ser revisado por los médicos de plaza.

Nacho se despidió con un toro de regalo; Incondicional de Montecristo, toreando con el capote con la clase que atesora y con la muleta brilló intensamente con las buenas embestidas del toro de regalo, le valió para que subiera de tono la emoción en La Monumental, sonando primero la Pelea de Gallos y luego las melancólicas Golondrinas.

Garibay con lágrimas en los ojos, dijo adiós a una carrera brillante y se llevó dos trofeos en la postrera actuación ante un gran toro de Montecristo. Salió en hombros con el francés después de que un momento antes, su padre emocionado le cortó el añadido que lo ungía matador de toros en activo.
Día por cierto melancólico, al enterarnos antes del festejo de la despedida, el que se nos adelantaron en el paseíllo de la vida, dos personas entrañables en el ambiente de los toros; uno novillero en sus años mozos y posteriormente gran fotógrafo Mario Torres Mayito, y el otro el matador de toros en retiro José de Jesús, quién tomó la alternativa en Villahermosa, Tabasco, el 29 de febrero de 1980, de manos de Manolo Martínez, y ante el testimonio de Gabriel de la Casa, con toros de Acapangueo.

Su confirmación de alternativa en La México, tuvo lugar el 28 de agosto de 1983, siendo su padrino Curro Leal, y César Pastor, con ejemplares de Campo Alegre.

A los dos últimos, les vamos a extrañar. A Nacho le deseamos que su vida en el retiro le sea prospera, se lo merece.