Con el tiempo se ha venido acostumbrando que cuando los matadores de
toros se pretenden retirar de su profesión, lo hagan por lo común con un
tour de despedida en los diferentes cosos en los que han actuado; la
temporada actual en La México tiene programadas varias de ellas; la
próxima es la Juan José Padilla, la última corrida del diestro jerezano en
su carrera y quién ya el 18 de noviembre se despidió en la plaza limeña de
Acho, en son de triunfo.
Lo mismo aconteció en La México con Ignacio Garibay a quién
correspondió lo más potable del flojo encierro de La Estancia y en el lució
con su instrumento para torear que lo caracteriza como uno de los mejores
de la historia; el capote.
Por supuesto que en la muleta, también tuvo momentos brillantes que le
valieron para que subiera de tono la emoción La México, cuya banda de
música solamente interpreta música en el transcurrir de las corridas; cuando
un torero se despide en su ruedo ah y desde luego cuando interpreta la diana
en son de aprobación en cualquiera de los tres tercios de la lidia; sonaron
melancólicas Golondrinas para enmarcar la faena del torero capitalino.
Dos trofeos, uno en cada astado y el grito de ¡Torero, torero! Se los lleva en
la mente Nacho con una trayectoria profesional que surcó la mayor parte de
los países taurinos del orbe, y que en el aspecto internacional, junto
con Luis Procuna, son los únicos toreros mexicanos en conquistar el trofeo
de El Señor de los Milagros que se disputa en Lima, en la plaza centenaria
de Acho y en la que actualmente los empresarios mexicanos de Casa
Toreros en sociedad con peruanos, administran la empresa.
Ahora Nacho se encamina a despedirse en otras plazas y finalizar su carrera
en la Feria de Aguascalientes en 2019, plaza monumental que ha sido
testigo de sus triunfos como el mejor, por ejemplo de la edición 2016 en la
que alcanzó gran éxito con un toro de Fernando de la Mora.
Nacho inició su trayectoria en la plaza de Arroyo y luego pasó por la
Academia de Pastejé dónde fue su maestro David Silveti y entre otros
factores en su despedida emotiva fue el de alternar con el hijo de su
maestro, aunque para Diego no lo fuera tanto al estrellar su deseo de triunfo
con la falta de celo de sus ejemplares.
En su carrera sus apoderados entre otros han sido Pablo Labastida,
Antonio Corbacho, Chacho Vázquez y ahora en este tramo final se apoya
en el buen subalterno, Lupillo.
Con el francés Sebastián Castella existió algún punto de unión en el
Encuentro Mundial de Novilleros que organizó Carlos Peralta por varios
años, en la tarde de despedida de Nacho, el francés ofreció un regalo de la
ganadería de Julián Hamdan que fue un dechado emotivo en su codiciosa
embestida a los engaños y en que si bien tuvo momentos de brillantez, su
mal oficiar la suerte suprema solo le valió para llevarse un trofeo otorgado
por petición mayoritaria.
La del 18 de noviembre de 2018 en La México deja la huella de la
despedida de Garibay y el comportamiento emotivo del toro de Julián
Hamdan.
La temporada empieza con el pie derecho, recordando la primera con la
actuación soberbia de Diego Ventura y nos ofrece para la siguiente
semana, en el renglón ganadero la presentación de la ganadería de Arturo
Gilio, matador consentido de la afición capitalina, para Arturo
Macías con Leo Valadez a pie y en el caballo Andy Cartagena, autor de
la faena de indulto al toro Copo de Nieve de Reyes Huerta, primera en esa
categoría en nuestro Embudo de Insurgentes.
Deseamos que se mantenga el ritmo, a triunfar se ha dicho, no hay de otra.