POR LUIS RAMÓN CARAZO

José Tomás es más un acento de una larga época del toreo
que el sustento, por diferentes motivos, pero, en especial, a
partir de Navegante en Aguascalientes, sus esporádicas
actuaciones se convierten en memorables sucesos. Para
muestra, me refiero a la del 12 de diciembre del año pasado
en La México donde bordó el toreo con el toro Brigadista
de Jaral de Peñas.
El anuncio de su reaparición en España, el 29 de junio en
Algeciras, después de casi dos años de no hacerlo en su
país, mantuvo el ingrediente de la expectativa y el traslado
de aficionados de todo el mundo, para ser testigos en vivo
de lo que solamente hemos visto en mágicos retazos de su
tarde reciente.
Desde luego, los que jalan del carro del toreo mundial,
mantienen la frecuencia de actuaciones que el de Galapagar
no tiene y que, por ello, hay quien incluso lo reclama, pero
gran parte de su misterio tauromáquico radica,
precisamente, en que nunca se sabe cuál será la siguiente ni
dónde continuará ejerciendo su gran capacidad torera.
Las faenas como las de Algeciras correspondieron, por lo
que sabemos, a su sello matizado fuertemente por la
suavidad y sustentado en la pureza de trazo y el ingrediente
de la cercanía, que enloqueció a más de once mil personas
que tuvieron la fortuna de estar en alguna localidad de esa
plaza de Las Palomas en su feria.
Los toros de Núñez del Cuvillo fueron la materia prima que
escogió para el mano a mano con Miguel Ángel Perera, a
quien le tocaron los toros de Jandilla sin sorteo de por
medio, sin embargo, cosas del destino, el cuarto de nombre
Libélula fue indultado por la gran nobleza, aunque, según
algunas crónicas, afirman que le faltó codicia y más
pujanza.
Todo lo anterior, igual que antaño, lo vamos entretejiendo
por la consabida ausencia de los medios de comunicación
masiva, los cuales, ya en algunos casos, se han vuelto
omisos a las actuaciones de José por los requisitos que
implica cubrirlas.
Sabemos que el agarrón fue positivo y que Perera supo
responder sobradamente al reto que implica torear con toda
una época del toreo. Le viene bien al extremeño lo hecho
en Algeciras, porque en San Isidro recientemente no le
rodaron tan bien las cosas. Ambos, al finalizar la tarde, se
fueron en hombros.