Indudablemente esta noche marco un acontecimiento histórico en la plaza de toros “Arroyo” del sur de la Ciudad de México en la primera encerrona en 53 años de existencia.

Emiliano Osornio fue el protagonista de este suceso tras una actuación llena de voluntad y decoro a pesar de su poco rodaje, que cortó de una oreja al tercero de la noche, de la ganadería de De Haro que recibió los honores de arrastre lento, declarado el triunfador del concurso de ganaderías.

Por la gran expectación se registró un lleno en el cerrojazo de la temporada de novilladas en la el novillero mexiquense lidió cuatro novillos en concurso de ganaderías de La Antigua, Los Cues, De Haro que destacó por su bravura y calidad y José Arroyo.

Emiliano Osornio con su primero llamado “Pepillo” de la Antigua, un novillo que tenía nobleza, el torero tuvo buenos, sobre todo con la mano diestra. Dejó una estocada un poco trasera. Ovación tras un aviso.

Con su segundo “Amigo” de los Cues inició muy bien su trasteo, buscando la distancia, en la que lo toreó con disposición, pero su astado se vino a menos. Tardo en matarlo. Silencio.

Con el tercero “Mutuo” de la ganadería De Haro, con el mejor novillo que tuvo bravura y calidad como los novillos que envío en el festejo anterior. En este ejemplar, Emiliano se lució con un quite por chicuelinas ajustadas. En el tercio de banderillas recibió una cornada el subalterno Claudio Montiel al parecer de tres trayectorias en el muslo derecho, se sabe que fue trasladado al Sanatorio Durango para ser intervenido.

Osornio intentó iniciar la faena con un péndulo y el novillo le cambió el viaje. Realizó pases de calidad por el pitón izquierdo, aunque en algunas ocasiones sufrió algunos desarmes, ante un público que en todo momento estuvo con él. Coronó de estocada un poco tendida y el juez le concede una oreja.

En el que cerró plaza “Mi chavo” de José Arroyo, fue ovacionado de salida por su presencia, pero de escaso juego que no le permitió la lidia deseada al novillero mexiquense, un novillo agarrado al piso, de embestida poco franca. Se puso pesado con el acero y se retiró en silencio.

Foto: Plaza Arroyo