Cortijo La Maestranza, Morelia, Michoacán. 2 de noviembre.  Triunfal resulto el festejo nocturno del día de Muertos en Morelia, sin público y a puerta cerrada, como establecen las medidas sanitarias.  Se lidiadoron cinco toros de la ganadería tlaxcalteca de Rancho Seco, los cuales haciendo honor a su sangre brava resultaron de gran exigencia para los matadores y de mucha emoción para el publico televidente.

Abrió plaza «Ribereño» con 430 kilos, que correspondió al Uruapense Paco Doddoli, toro complicado que en todo momento buscaba al torero, sin permitir el lucimiento, sin embargo la maestría del diestro Michoacano le permitió eslabonar una faena de arrojo que culmino al segundo viaje con la espada y seguramente mereció las palmas de los aficionados.

En segundo lugar corrió «Purepecha» con un peso de 425 kilos y en suerte para el señor de los tres tercios, Rafael Ortega, no cabe duda que lo bien aprendido no se olvida, el oriundo de Tlaxcala y primera figura del toreo, ha dejado constancia de su calidad cuajando tandas de muletazos por ambos lados y dejando una estocada poco caída que ha hecho rodar al toro, para que según las imágenes de la transmisión el juez de plaza le otorgara las dos orejas.

«Michoacano» fue el tercero de la noche, con 480 kilos en sus lomos y una calidad que hizo comunión con el gran sitio que ahora mismo atesora Ernesto Javier «Calita», recordemos que viene de una gira triunfal por España y que recién lidio un encierro de la mítica ganadería de Miura, pues bien, el matador ha estado con firmeza, asentado y toreando a placer, gustándose y pasándose al burel cerca de la faja, ha matado de una certera estocada bien colocada y ha recibido por premio las dos orejas del astado de Rancho Seco.

Antonio Mendoza sorteo a «Moreliano» que peso 480 kilos, el mas deslucido del encierro y que empezó a regatear sus embestidas muy pronto, termino sin dar opciones al diestro que lo pasaporto a la segunda estocada para retirarse en silencio.

No hay quinto malo, reza el refrán, y así fue esta noche, «Janitzio» con 470 kilos fue el mejor toro de la noche, y correspondió su lidia y muerte al joven matador Moreliano Emiliano Villafuerte «El Moso», el astado hizo gala de su bravura, se desplazaba muy bien por ambos pitones, humillando y repitiendo, permitiendo a «El Moso» cuajar buenas tandas de gran validez, «El Moso» se puso pesado con el acero perdiendo sin duda los trofeos pero seguramente ovacionado por el publico.

Así, ha concluido esta edición del tradicional festejo nocturno del día de muertos, que, debido a esta pandemia que padecemos se ha desarrollado sin publico pero con toda la magia y belleza que encierra la fiesta brava.