SAN FRANCISCO DE LOS ROMO, Aguascalientes. Domingo 1 de octubre.- Lo sucedido en el lienzo charro de la pintoresca ciudad de San Francisco de los Romo, mejor conocida de manera cariñosa como “San Pancho” ha sido un artero “golpe bajo” a la Fiesta Brava local a causa de las mañas y malas formas de hacer empresa de la familia de los “Tucos”, en esta ocasión representada por Miguel Mejía, al que le dicen el “Huichol”, quien cuando anunció la novillada de la Feria de San Francisco de Asís se llenó la boca diciendo que el festejo iba a tener toda la seriedad.

Hasta ahí todo, bien pero resulta que días antes de la función menor taurina empezó a haber problemas con la procedencia del ganado, es decir, que el encierro de Felipe Castorena que se había anunciado no era tal y al final de cuentas si era de esa divisa, toda vez que se pagó alrededor de las 18:00 horas del día de la novillada, o sea este domingo 1 de octubre cuando estaba anunciada a las 16:30 horas. Y cuando la bronca ya se había desatado, es  decir, a las 18:30 horas, fue cuando arribó el camión con los seis astados de Felipe Castorena, según lo hizo quien manejaba el vehículo trasportista de ganado bravo, Bernardo Patrón.

Todo empezó cuando a las 16:30 horas, hora pactada del festejo y ante una pobre entrada, poco a poco iban llegando los toreros, José Miguel Arellano, Fernando Vásquez, el becerrista Jesús Mauricio “Castella”, Javier Castro, Patricio Ochoa y de manera muy tapada se mantuvo metido en una camioneta, sin dar la cara, el que fungía como primer espada, Rodolfo Mejía “El Tuco”, pariente de la empresa.

Aunque la mayoría de los integrantes del cartel estaban listos y las cuadrillas igual, faltaba algo, los novillos, mismos que estaban a 45 minutos del lienzo charro parados porque la empresa no los había pagado.

Así trascurrió el tiempo hasta que llegó el momento en el que el delegado de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, Cruz Prado, se comunicó a la sede de la agrupación en la Ciudad de México, explicó cuál era la situación y recibió instrucciones de retirarse a las cuadrillas ya que la citada empresa o mejor dicho los “Tucos” ya les debían otra función reciente en la entidad aquicalidense de Pabellón y ahora lo de San Francisco de los Romo. El asunto es que el adeudo con la Unión era de 18 mil pesos y los subalternos sólo habían recibido 5 mil.

En tanto, de manera mentirosa y fraudulenta, en dos ocasiones, por el sonido local se le informó el público, ya molesto, que estaba por llegar el ganado y que la tardanza se debía a que el camión sufrió un accidente, lo que era totalmente falso.

Ante este escenario como culpables aparecían los toreros, por lo que cuatro de los novilleros y el becerrista anunciados, es decir, Javier Castro, Patricio Ochoa, Fernando Vásquez y José Miguel Arellano, así como Jesús Mauricio “Castella”, junto con el banderillero Gustavo Campos, tomaron el micrófono y exhibieron a la empresa diciendo que ante la falta de garantías para darse el festejo, pues no había novillos, el festejo se suspendía.

Por cierto, el primer espada, Rodolfo Mejía “El Tuco”, escondido en su camioneta, a pregunta expresa de nosotros, sobre el por qué no había apoyado a sus compañeros, de manera titubeante nos dijo que él no sabía nada. Más claro ni el agua pues evidentemente estaba encubriendo las fechorías de sus parientes.

Así las cosas, tanto los subalternos como los novilleros presentarán los respectivos informes a sus agrupaciones para vetar de forma definitiva a esta gente que tanto daño le hace a la Fiesta de los Toros.

En tanto, cuando la gente verdaderamente molesta increpaba a la empresa pidiendo la devolución del importe de los boletos y ante la autoridad policial, el presidente del patronato de la feria francoromense, Manuel Esparza, dijo en improvisada rueda de prensa que a la empresa el patronato se le habían dado 40 mil pesos y no sabe que hizo con ellos, por lo que ante tal situación se hace responsable al empresario Miguel Mejía “El Huichol”, de la familia de los “Tucos” y que se ejercería acción legal al respecto. “No es posible que nos esforcemos por hacer una feria digna y llegue esta gente a echar todo por la borda”, dijo finalmente Manuel Esparza.

Hasta ahí este penoso suceso que no tiene nada de taurino y sí mucho de una delincuencia que ya se ha ido acentuando en esta nefasta gente que se dice del ambiente taurino y de un estado como Aguascalientes que marca la pauta, de manera positiva a nivel nacional e internacional.

Foto: Efrén González