Amigos de la Fiesta Brava, mucho gusto en saludarlos. En estos tiempos en que estamos por vivir, experimentar y asimilar la transición en el máximo poder federal y para lo cual ya había sugerido que con quien quedara al frente del manejo y administración del país, ahora ya sabido en la persona de Andrés Manuel López Obrador, la familia taurina representada por los dirigentes de los matadores, subalternos, ganaderos, empresarios, monosabios, peñas taurinas, aficionados y medios de comunicación especializados, concertaran una reunión para hablar y establecer nuevas bases para el mejoramiento, crecimiento y, sobre todo, protección de nuestro espectáculo favorito, la Fiesta de los Toros.

Sin embargo, antes de que esto pueda suceder, la misma Fiesta sigue sufriendo y aguantando, sin respuesta alguna, los violentos y amenazadores embates de quienes quieren tener su momentito de fama, intentando aparecer como héroes y lo único que son es ser payasos oportunistas.

Tal es el penoso caso que se vivió el reciente domingo 22 de julio en el coso de Xico, Veracruz, donde un “descerebrado” se hizo tomar un video que subió a las redes sociales y en el que sintiéndose “Rambo” de la más ínfima categoría, de nombre Andrés de la Parra Trujillo, quien se ostenta como fiscal especializado en delitos ambientales y contra los animales, acompañado de oficiales fuertemente armados, anunciaba que irrumpiría en la plaza de toros, simulando un disque operativo para evitar, fíjese nada más que estupidez, corrupción de menores y el fomento a la violencia.

El absurdo e ilógico teatrito de esta gente terminó con la detención de los empresarios taurinos Francisco Franco y Jorge Benavides, prefiriendo éstos ser arrestados a que sacaran de la plaza a la gran cantidad de niños que había con sus respectivas familias.

Sin duda, en este caso se ha violado la libertad de muchos puntos de vista, sobre todo el de querer influir en la educación de los hijos, además del derecho a la diversión y tránsito.

Pero más alarmante resulta que ninguno de los representantes del grupo Tauromaquia Mexicana haya salido a decir algo cuando se supone que es un organismo dedicado a la promoción, difusión y defensa de la Fiesta de los Toros. ¡Dónde está nuestra gente! Si acaso, sólo la Porra Libre es el único grupo que se ha manifestado y quejado al respecto.

Es digno de elogiar, por ejemplo, como ya la Charrería se ha blindado de cualquier ataque y, recientemente, la Lucha Libre. Y la Fiesta Brava nada. ¿Qué pasó? Por ello, a todos los que aman nuestro espectáculo favorito les recuerdo que “cuando la inteligencia humana y la irracional belleza animal se conjugan en la arena ¡surge el toreo! Arte y bravura en escena”.