Poco antes de llegar a Coroneo, Guanajuato, concretamente al rancho La Huerta, donde está enclavada la dehesa de Coroneo, casa de la divisa en obispo y oro, propiedad de los Sucesores de don José Velázquez Zepeda y cuyo representante es el señor Fernando Velázquez Pérez, tuvimos un breve contacto telefónico con el diestro mexiqueño Federico Pizarro para que nos comentara, antes de empezar a tentar, de los sentimientos que tiene a unos días de decir adiós a los ruedos en la Monumental Plaza México.

“Imagínate, los sentimientos y la emoción están más que presentes, a flor de piel, pues además la preparación que hemos llevado a cabo sido verdaderamente intensa y, bueno, este domingo 13 de enero de 2019 me estaré cortando la coleta en la Monumental Plaza México”, dijo de manera sentida el torero.

¿Cuáles serían tus palabras previas a tu retiro profesional de los ruedos?

“Únicamente de agradecimiento a toda la gente que creyó en mí y me apoyó. A mi familia, a mis amigos, a mis compañeros toreros, a los subalternos que anduvieron conmigo, a los ganaderos, a los empresarios, a los doctores que me atendieron de su momento y a quienes tuvieron el gesto de llevar mis asuntos taurinos, así como a la prensa especializada que siempre estuvo al pendiente de mi trayectoria. A todos, muchas gracias de verdad”.

Federico Pizarro nació en la Ciudad de México el 2 de diciembre de 1971.

Debutó como novillero en Apizaco, Tlaxcala, el 8 de abril de 1990, con astados de La Laguna.

Se presentó en la Monumental Plaza México el 16 de junio de 1991, con el astado “Vanidoso” de De Santiago y alternando con Jorge Mora y Alfredo Ríos “El Conde”. Ese mismo año, el 13 de octubre, con ganado de Espíritu Santo, obtuvo el trofeo “Estoque de Plata”.

Tomó la alternativa el 27 de noviembre de 1993 en Juriquilla, Querétaro, de manos del salmantino Pedro Gutiérrez Moya “Niño de la Capea” y ante la presencia de Jorge Gutiérrez, con el toro “Cazador” de Fernando de la Mora.

Confirmó el doctorado en la Monumental Plaza México el 25 de diciembre de 1994 siendo padrino el mismo “Niño de la Capea” y Gutiérrez el testigo, con el astado “Azulejo” de Garfias.

El 26 de marzo de 1995, en la Monumental Plaza México, le cortó las orejas y el rabo al toro “Consentido” de Xajay.

Y ahora este 13 de enero de 2019, tras 28 años, nueve meses y cinco días como torero, de los cuales habrán sido 25 años, un mes y 17 días como matador de toros, Federico Pizarro se despide de la profesión en la Monumental Plaza México. ¡Suerte matador!

25 años, un mes y 17 días habrá de completar este domingo Federico Pizarro como matador de toros.

LA FIGURA

FEDERICO PIZARRO

El diestro de la Ciudad de México se irá de la profesión con 28 años, nueve meses y cinco días de actividad torera.