ENCARNACION DE DIAZ, Jalisco. Sábado 2 de febrero.- La tradicional corrida de la famosa Chona tuvo como máximo triunfador al mejor torero que tiene el orbe taurino, aunque no le guste a muchos, el valenciano Enrique Ponce, quien a su segundo astado le bordó el toreo para cortar las orejas y por ello al final salir en hombros. Sus alternantes, “Armillita IV” se hizo de una oreja, el francés Castella malogró sus faenas perdiendo orejas y Fabián Barba ha tenido una firme actuación.

En una tarde calurosa al principio y fría al final, ante un lleno en el coso “La Macarena”, se lidiaron toros de la ganadería de Torreón de Cañas, siendo muy bueno el quinto que mereció vuelta al ruedo, el segundo que debió haber tenido arrastre lento y el juez no lo concedió, bueno también fue el cuarto y regular el tercero.

En esta corrida, tras 28 años de ejercer de manera honrada y cabal, con mucho amor a la fiesta como juez de callejón y en algunos momentos como juez de plaza, don Alberto Alcocer, quien siempre se significó por tener los callejones en orden absoluto, iniciando en 1990 en San Luis Potosí y terminando este sábado en Encarnación de Díaz.

Al toro que abrió plaza, de poca fuerza, el valenciano Enrique Ponce lo lanceó con empeño. Su labor de muleta tuvo esmero, pero la poca colaboración y la

sosería de su antagonista, mejor aliñó, aunque un sector del público lo hostigó. Mató de media estocada y escuchó pitos.

En su segundo, “Majadero”, Ponce se recreó en bellos lances a la verónica. Con la franela vino lo sublime, lo hermoso, lo torero, todo impregnado en las esencias del arte y la excelsitud de la inspiración de un Ponce abandonado y fuera de este mundo. Una muestra de ellos fue que parte de su faena fue musicalizada con una pieza de rítmica celestial. Sus derechazos, sus naturales y sus adornos fueron de pintura. Mató de estocada efectiva para obtener dos apéndices entre gritos de ¡toreo! Y al buen astado se le dio vuelta al ruedo a sus restos.

El francés Sebastián Castella, al primero de su lote, lo veroniqueó con calidad y mejor quito por chicuelinas. Con la muleta, tras iniciar con cambiados por la espalda y los de pecho, se dio a construir una faena plena de arte, temple, tersura y clase por ambos pitones del buen torreoncañero, además de intercalar toreros adornos. Acabó al segundo viaje de estocada honda, caída y trasera. El toro le pasó de noche al juez cuando merecía arrastre lento y el torero fue aplaudido.

A su segundo, Castella le puso empeño con el capote. Ya usando la pañosa, a un astado soso y con guasita, y luego de dos peligrosos extraños, poco a poco lo fue metiendo en el engaño hasta lograr pasajes de importancia, oficio y mucho mérito ppor ambos lados. Concluyó al segundo intento de estocada trasera y caída, para hacerse aplaudir.

El aquicalidense Fabián Barba capoteó de inicio con voluntad al primer burel de su lote. Su quehacer muleteril fue a base de buena cabeza para hilvanar todas y cada una de las bien trazadas series variadas y esforzadas con las dos manos a un ejemplar que se dejó torear. Terminó de estocada baja para ser aplaudido.

A su segundo, Fabián lo veroniqueó con soltura. Su faena de muleta, a un toro soso, de corta embestida y falto de fuerza, fue con actitud y firmeza por ambos perfiles, metiéndose en terrenos comprometidos, sobre todo por el derecho. Mató de pinchazo y estocada, siendo aplaudido.

Al primero que le tocó en suerte, “Diligente”, Fermín Espinosa “Armillita IV” le jugó bien los brazos en lances a la verónica y al rematarlo el toro dio una

vuelta de campaña. Con la sarga, tras brindarle a su alternante Fabián Barba, ejecutó un trasteo pulcro y sobrio, con pasajes de gran calidad, haciendo el toreo pausado y acortando terrenos, sobre todo en la segunda parte de la labor. Finiquitó de estocada efectiva para que le fuera concedida una oreja.

Y en el toro que cerró el festejo, “Armillita IV” le puso empeño con el capote. Su trasteo e muleta lo realizó por medio del toreo variado, alegre, lleno de temple y buen gusto, a un huidizo y problemático astado, pero que logró retener el torero con su firme y mandona sarga, terminando con pases relajados, desmayando la mano diestra. No acertó al matar y fue despedido entre aplausos.

Ficha técnica

Lugar: Encarnación de Díaz, Jalisco.

Evento: Tradicional corrida de la Virgen de la Candelaria.

Plaza: La Macarena. Entrada: Lleno en tarde soleada al principio y fresca al final.

Toros: Ocho de Torreón de Cañas, siendo muy bueno el quinto que mereció vuelta al ruedo, el segundo que debió haber tenido arrastre lento y el juez no lo concedió, bueno también fue el cuarto y regular el tercero.

Cartel: El valenciano Enrique Ponce: pitos y dos orejas, con salida en hombros; el francés Sebastián Castella: palmas y palmas; el aguascalentense Fabián Barba: palmas y palmas; y el aguascalentense Fermín Espinosa “Armillita IV”: una oreja y palmas.

Foto: Efrén González