La tradicional corrida nocturna del día de muertos reapareció en La Monumental de Morelia en un marco inmejorable; una noche preciosa, de clima agradable y sin viento.

La gente se metió en serio a la plaza, deseosa de volver a ver toros, cuajando una gran entrada.

La corrida de MIMIAHUPAM tuvo variado tipo y peso. De los seis sobresalieron el tercero, quinto y sexto de gran calidad y nobleza. Primero y cuarto complicados.

OCTAVIO GARCÍA “EL PAYO” pecho con los toros complicados de la corrida, no tuvo materia para demostrarse. Intentó hacerles las cosas y someterlos, pero no había manera. Tampoco le ayudó el manejo de la espada y fue avisado.

DIEGO SILVETI ha tenido un triunfo resonante con su segundo; desde que se abrió de capa, para ligarle cuatro verónicas despaciosas, rematadas con una media. Se fue a los medios y cuajó un quite de gaoneras estáticas que prendieron el ánimo.

Con la muleta vino lo grande de la faena, toreó por ambas manos serio y regustándose en temple y tersura, muletazos de mano baja y de gran pureza, combinados con desdenes y trincherazos. Terminó con una tanda de bernardinas sin la espada, que estrujaron los cimientos de la Monumental. Se echó la espada a la cara para cuajar un estocadón en todo lo alto que hizo rodar al toro sin puntilla. Dos orejas a sus manos que paseó en clamorosa vuelta al ruedo.

LUIS DAVID ADAME ha vuelto al camino del triunfo. Dos faenas de distinto corte, pero selladas con la entrega absoluta de un torero que lleva el camino a la cima. Variado, seguro, completo, incluyendo al cubrir el segundo tercio en su primero. Es un torero que impacta y que llega mucho al público. Desafortunadamente pinchó a su primero, perdiendo apéndices, pero a su segundo lo reventó recibiendo. Dos orejas  merecidisimas, acompañadas del grito consagratorio de Torero..!!!, Torero..!!!

Al final DIEGO y Luis David, salieron a hombros, arropados por un público que disfrutó una corrida como hacía mucho tiempo no se veía en esta plaza.

Foto: Manolo Briones