Podrán pasar lo años, pero todavía se siente como si apenas hubiera sido ayer cuando mi amigo, mi maestro, mi editor, mi compañero, mi añorado padre, don Addiel Bolio, el afamado Cronista Taurino Internacional (CTI), emprendió el viaje a la eternidad y ahí, donde ahora se ubica, en ese ambiente celestial, está acompañado de su amada Carito, su inseparable esposa.

En efecto, este domingo 14 de junio de 2020, se cumplen ya 12 años de partida y, por siempre y para siempre vivirá en lo más hondo de mi alma y mi corazón, al igual que en los de mis hermanos, mi esposa, mi cuñada, mis primos, mis hijos, mis sobrinos y mis sobrinos nietos cuando éstos últimos empiecen a saber de la vida de sus incomparables abuelos, así como estoy seguro que igualmente sucederá en los de muchos de sus amigos.

Una docena de años sin un ejemplar ser humano, un gran esposo y padre de familia, siempre preocupado y atento por el bienestar de sus seres queridos, además de haber intentado, hasta donde pudo, ser torero, lo que le valió como experiencia para convertirse en un incomparable periodista autodidacta no solo en el ambiente taurino sino al cubrir todas las fuentes del periodismo con una inquebrantable vocación.

Durante 51 años se movió con estupenda reputación en los medios de comunicación y, es por ello, que al cabo de 12 años recordamos con mucha sensibilidad su lamentable deceso ocurrido en la tierra de sus amores, Aguascalientes.

 

UN SER HUMANO…

Ejemplar fue don Addiel Bolio, además de desarrollarse como un gran esposo y padre de familia, siempre preocupado y atento por el bienestar de sus seres queridos

 

Pie. Don Addiel Bolio es recordado en su XII aniversario luctuoso / ADARBO