Este miércoles 20 de mayo de 2020, con motivo de sus respectivos aniversarios luctuosos, la Fiesta de los Toros mexicana recuerda a dos célebres figuras del toreo nacionales a nivel mundial, cada uno en su momento y de gran proyección y peso dentro del ambiente, nos referimos al leonés Rodolfo Gaona y al mexiqueño Carlos Arruza, de ahí que dejemos que el escritor don Agustín Linares García, en su obra de 1968, “Los Toros en España y México”, nos cuente sobre ambas personalidades.

DE RODOLFO GAONA: “Qué mejor que al invocar a este bran torero, a don Rodolfo Gaona y Jiménez, quien nació en León de los Aldama, Guanajuato, el 22 de enero de 1888, se basa el que esto escribe en lo que dijeron plumas de gran relieve  y prestigio en la Fiesta de los Toros, recopilando datos, fechas y cuantas cosas de interés pudo haber habido en la vida sin par de torero, de este ‘Indio Grande’, que abarcó en forma sublime la época más gloriosa del toreo. Porque gloria fue competir en los ruedos con el gran ‘Joselito’ y el revolucionario Juan Belmonte.

En la vida de Rodolfo Gaona, Saturnino Frutos ‘Ojitos’, aquel banderillero nacido en Fuente el Saz (Madrid) y que perteneció de 1885 a 1889 a la cuadrilla del famoso torero granadino Salvador Sánchez ‘Frascuelo’, ocupa un lugar preponderante. Desde niño, ‘Ojitos’ lo tuvo como alumno en la escuela taurina que dirigía en León de los Aldama. Ante aquel maestro que los iba enseñando a torear dentro de la más estricta disciplina, surgió un muchacho delgado, serio y de mirada penetrante que al correr el tiempo había de triunfar en los principales cosos del mundo.

Salió un día Rodolfo acompañado de su maestro y vestido de luces, para presentarse ante el público de la entonces nueva plaza El Toreo de la Condesa, en la Ciudad de México, el 6 de octubre de 1907, causando admiración su naturalidad y desenvoltura en las distintas fases del toreo.

Cuando ya llevaba más de cien novilladas toreadas, ‘Ojitos’ y Gaona llegan a Madrid en marzo de 1908 para empezar una nueva y dura lucha, más difícil de lo que se pensó. Por fin, ‘Ojitos’ organiza un festival en la placita de Puerto del Hierro para presentar a su torero. A él fueron invitados todos los taurinos que se encontraban en Madrid, los que más tarde habrían de dar su más que grata impresión argumentando que había que verlo alternar con los toreros españoles.

El 31 de mayo de 1908, unos particulares se constituyeron en empresa para darle la alternativa a Rodolfo Gaona en la plaza de Tetuán de las Victorias (Madrid). Manuel Lara ‘Jerezano’, quien fue su padrino le ofreció el primero de la tarde de nombre ‘Rabanero’ de la vacada de Basilio Peñalver. Gaona alcanzó un gran éxito, toreando de capa, banderilleando y con muleta y estoque, culminando que, cuatro domingos después, el 28 de junio, se encerrase en dicho coso con cuatro toros de la misma procedencia y con los que volvió a triunfar el torero mexicano. A partir de ese momento cambiaron en forma radical las cosas para ‘Ojitos’ y Gaona. La prensa de Madrid dedicó cálidos elogios a estas dos actuaciones de Rodolfo y, ante el deseo de la afición, la empresa madrileña acordó con ‘Ojitos’ la presentación del torero. Fue el siguiente 5 de julio y en la histórica plaza de la carretera de Aragón se registró un lleno asombroso. Se lidió un encierro de don Juan González Nandín, confirmándole la alternativa con ‘Gordito’, Juan Sal ‘Saleri’ y siendo testigo Tomás Alarcón ‘Mazzantinito’. Rodolfo hizo alarde de sus poderosas facultades banderilleando a sus dos toros y dejando marcada ante los buenos aficionados madrileños su notoria elegancia con el capote y la muleta. Llegó a torear seis corridas en ese 1908.

Ya de regreso a México, para la Temporada 1908-1909, llegó a sumar 14 corridas entre el coso El Toreo, la Plaza México y plazas de los estados, siendo su debut como matador de toros en suelo nacional, en la Plaza México, el 4 de octubre de 1908. De nuevo en España, los años 1909, 1910 y 1911, toreó en conjunto 159 corridas y si en el 11, en que actuó en 71, no llegó a mayor número debido al resentimiento de una enfermedad hepática que lo obligó a permanecer en un sanatorio hasta lograr su curación.

El 17 de junio de 1917 se celebró en Madrid la corrida del Montepío de Toreros, en que actuó Gaona con ‘Joselito’ y Belmonte. El público, por haber estado mal Belmonte en su primer toro, gritaba: ‘¡Los dos solos, los dos solos!’, significando con ello que la pareja que le interesaba era la de Gaona y ‘Joselito’”.

Así fue el arranque de una incomparable trayectoria, recordando que su última campaña en cosos españoles fue en 1923, siendo su postrera actuación el 1 de julio en Barcelona y realizando una gran faena a “Beato” de don Andrés Sánchez y Sánchez. Llegó a torear en España más de 530 corridas y más de 800 en total en su carrera. Y el 12 de abril de 1925, en El Toreo de la Condesa, dijo adiós de manera definitiva lidiando a “Azucarero” de San Diego de los Padres. Nunca volvió a vestirse de luces pero de 1926 a 1944 llegó a torear muchos festivales en cosos de todo el país. A los 87 años de edad falleció en la Ciudad de México, el 20 de mayo de 1975. Vaya por ello este sencillo recuerdo al maestro Rodolfo Gaona en su XLV aniversario luctuoso. Nuestra siguiente entrega será recordando al gran “Ciclón Mexicano” Carlos Arruza al cumplirse este 20 de mayo 54 años de su fallecimiento.

 

DATO

En 1923, el 1 de julio en Barcelona, Rodolfo Gaona toreó en España por última vez y en México se despidió el 12 de abril de 1925 en El Toreo

 

Pie. Rodolfo Gaona fue mandón de la fiesta allí y aquí / ADARBO

 

Pie. Fue un torero con mucha personalidad dentro y fuera del ruedo / ADARBO