Por ADIEL ARMANDO BOLIO

Un día como este miércoles 3 de enero pero de 2006, 18 días que hubiera cumplido los 94 años de edad, falleció en la ciudad de México el afamado doctor Alfonso Gaona, quien fuera entre otras plazas, empresario de los cosos Monumentales de El Toreo de la Condesa y la Plaza México.

Eb efecto, se cumplen ya 12 años de que dejara de existir el empresario, quien sin tanto aparato, ha podido manejar las mencionadas plazas de toros y en épocas relevante de la historia del toreo en nuestro país.

El doctor Alfonso Gaona de Lara nació el 21 de enero de 1912 en Saltillo, Coahuila, pero debido a la ocupación de su padre la familia se traslada a la ciudad de Morelia, Michoacán, donde ya con mucho interés en la Fiesta de los Toros logra hacer fuerte amistad con los que más adelante fueran reconocidos ganaderos, don Emilio Fernández y don Alfredo Ochoa Ponce de León.

Sin embargo, su familia cuando se enteró de que el doctor tenía la intención de hacerse torero, lo mandó a estudiar becado a los Estados Unidos, concretamente a Chicago, donde radicaba uno de sus hermanos y siendo ahí donde cursa sus estudios en optometría y ya de vuelta en México ejerce la profesión en el sector salud.

Luego, al final de la década de los años 30, tras darse problemas serios que dividieron a los ganaderos y los toreros, en 1940, la propiedad de El Toreo de la Condesa, que encabezaban los hermanos Ávila Camacho, el general Maximino y el entonces presidente del país, don Manuel, designó como gestor del coso a don Anacarsis “Carcho” Peralta y éste a su vez nombró gerente operativo de la plaza al doctor Alfonso Gaona, quien gracias a su buen oficio logró conciliar las posturas divididas y entonces el 1 de diciembre de ese 1940 debuta como empresario en El Toreo mencionado, dándole la alternativa a Carlos Arruza de manos de Fermín Espinosa “Armillita” y ante la presencia de Paco Gorráez, con el toro “Oncito” de Piedras Negras.

Más adelante, el 13 de junio de 1948 tomó las riendas de la Monumental  Plaza México iniciando con el montaje de una temporada de novilladas bajo el nombre de empresa “Sol y Sombra”, en la que surgieron varios toreros, entre ellos, los llamados “Tres Mosqueteros”, Manuel Capetillo, Rafael Rodríguez y Jesús Córdoba, además de su “D’Artagnan”, Paco Ortiz.

El 1 de marzo de 1957, luego de casi nueve años, se declaró en quiebra la empresa con deudas que ascendían en ese entonces a un millón de pesos. Sin embargo, la trayectoria empresarial taurina del doctor Gaona siguió, siendo que el 10 de abril de 1960 reapareció como gerente de una empresa, propiedad entonces del ingeniero Alejo Peralta, función que desempeñó hasta el 24 de noviembre de 1963, cuando fue despedido por el propio Peralta tras negarse a contratar al ibérico Manuel Benítez “El Cordobés”.

Su segunda etapa entonces al frente de la Monumental Plaza México se dio del 13 de febrero de 1977 al 24 de abril de 1988, cuando dio su última corrida, misma en la que figuraron en mano a mano Eloy Cavazos y el alicantino José María Manzanares, llevando por delante al rejoneador Gerardo Trueba, con toros de Teófilo Gómez.

Sin duda, el doctor Alfonso Gaona fue un empresario polémico, que lo mismo apoyó y no a toreros, además de mantener cerrada la Monumental Plaza México. Bajo su administración crecieron, además de los ya mencionados en 1948, toreros mexicanos como Miguel Ángel García, Joselito Huerta, Amado Ramírez “El Loco”, Mariano Ramos, Rafael Gil “Rafaelillo”, Jorge Gutiérrez, Rodolfo Rodríguez “El Pana”, César Pastor, Ricardo Sánchez, Pepe Alonso, Luis Fernando Sánchez, Manolo Mejía, Ernesto Belmont y Valente Arellano, entre otros.

Gaona fue un empresario que dejó su huella en el manejo de la Fiesta Brava nacional y bajo sus administraciones contrató a las máximas figuras de España, Francia, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador.

Vaya por ello este respetuoso recuerdo al doctor Alfonso Gaona en el XII aniversario de su fallecimiento.