El destacado torero aquicalidense Roberto Román, quien este fin de semana tiene por cumplir relevantes compromisos en San Miguel de Allende y “Arroyo”, está pasando apuros para tener ropa y avíos de torear, pero es mejor tener ese tipo de problemas a la incertidumbre de no saber cuando se puede salir a una plaza de toros.

De ahí que, en su visita a esta redacción, Roberto no hay confesado no tiene duda de que esos contratiempos se resolverán a tiempo, pues su ilusión y sus enormes deseos de triunfo son los que hasta ahora lo han sacado adelante y lo mantienen vigente dentro del I Certamen Nacional de Novilladas “Soñadores de Gloria”.

El mismo Roberto es quien afirma ahora que se siente más asentado y más relajado como torero, con un concepto más firme en su forma de interpretar el toreo, lo que le ha ayudado a no estar ya tanto a merced de los astados.

Roberto Román volverá a vestir de luces entonces desde aquel domingo 5 de agosto cuando en el coso “Arroyo” de la Ciudad de México logró cortar una oreja, siendo esa su séptima novillada en lo que de 2018.

Así que para el par de festejos que tiene en puerta, este viernes en 24 en el coso “Oriente” de San Miguel de Allende, Guanajuato, y el sábado 25 de nueva cuenta en “Arroyo”, en fase semifinal, aparte de entrenar de manera intensa, ha estado metido en la dehesa aguascalentense de San Isidro.

Entonces de ir todo bien, Roberto no dejaría de torear cada semana, ya que el sábado 1 de septiembre está puesto en Ciudad Lerdo, Durango. Si tiene suerte en “Arroyo” se metería a la final el sábado 8 del mismo mes, luego vendría, si la pega en San Miguel Allende, torear la de triunfadores el viernes 28 del mes patrio y el viernes 12 de octubre ya se sabe que está para torear en el coso Monumental “Lorenzo Garza” de Monterrey, Nuevo León, así como estar a la espera de poder estar anunciado para presentarse en el “Nuevo Progreso” de Guadalajara, Jalisco y en la Monumental Plaza México.

Así que el panorama para Roberto Román se presenta verdaderamente prometedor y sólo depende de él que siga por el camino que ya se ha trazado, el del éxito. ¡Enhorabuena y suerte!