Plaza México. Segunda corrida de la Feria de la Primavera. Se registró una escasa entrada de 3500 personas en tarde calurosa. Se lidiaron toros de Pozohondo, bien presentados y variado juego. Destacaron el segundo que recibió los honores de arrastre lento y el cuarto que fue aplaudido en el arrastre.

El mexiquense Ernesto Javier “Calita” no tuvo el triunfo deseado que en todo momento estuvo muy dispuesto y entregado en sus dos astados. En su primero bregó con el capote y con la muleta tuvo interesantes pasajes, sobre todo con la mano diestra con un astado de poca transmisión. Dejó una estocada y fue ovacionado.

“Calita” en su segundo cumplió con el capote y con la muleta ejecutó un trasteo muleteril firme y con solvencia con naturales largos y hondura. Intentó hacer lo mismo con el pitón contrario, logrando un par de tandas  y luego continuó por el lado derecho , que  calaron al público. Lastima que falló con el acero, hasta escuchar un aviso, gran ovación luego de negarse a salir al tercio.

El aguascalentense Arturo Saldívar en su primero lanceó con el capote, con la sarga realizó una faena variada con pases por ambas manos, sobre todo una tanda de derechazos largos y templados y luego por naturales, sin faltar los pases de pecho, en redondo y las bernardinas ante un buen astado de Pozohondo. Coronó de estocada un poco caída y trasera y un golpe de descabello, para recibir una merecida oreja.

Con su segundo estuvo muy valiente y voluntarioso ante un astado de escaso juego, pero lo intento todo por ambos lados y con algunas ´ráfagas de que le flameaba el engaño. Mató de una estocada. Palmas.

El hidrócalido Miguel Aguilar en su primero buscó el triunfo en todo momento.  Lanceó a la verónica y quitó bien por chicuelinas. Trasteo por ambos pitones, tratando de sacar el mayor partido, pero fue nulo su esfuerzo, pues no le ayudó el toro de Pozohondo que al parecer fue picado de más. Dejó una estocada y un golpe de descabellos para ser ovacionado.

En su segundo el diestro de Aguascalientes se esforzó en todo momento ante el astado más complicado del encierro. Capoteó con empeño, ya con la muleta estuvo muy esforzado y valiente sobre todo con la mano diestra hasta llevarse un tremendo arropón, en el cual permaneció inconsciente por unos segundos. Ya vuelto en sí, se negó a ingresar a la enfermería y se quedó a despachar a su difícil astado de una estocada y un golpe de descabello. Fuerte petición de oreja que el juez no concede y vuelta al ruedo entre divisiones y escuchar un aviso.

Foto: Ángel Sainos.