Tóvar, Venezuela. 6 de septiembre de 2019.  (Corresponsal de Carlos Alexis Rivera) Se llevó a cabo la primera corrida del abono de la Feria de Tóvar con un cartel interesante donde compuesto los por Curro Ramírez, toreo del patio, Diego Silveti mexicano y Jesús Enrique Colombo diestro nacional que en la actualidad representa la torería del país suramericano.

La terna lidió toros de las ganaderías tachirenses Rancho Grande, El Prado y La Consolación prodiedad de Hugo Domingo Molina y sus hijos, bureles de fina estampa, de buena presentación y de alegría embestida excepto el último que deslució al rajarse a tablas por completo.

Diego Silveti y Jesús Enrique Colombo bordaron el arte del toreo.

Diego Silveti y Jesús Enrique Colombo, derrocharon gran clase y distinción en sus conceptos de entender el maravilloso arte del toreo, al hilvanar con hilos dorados un tejido de gran belleza por el cual recibiendo como merecidísimo premio a su entrega en el ruedo del Coliseo de Tovar sendas orejas como llave para abrir la puerta Grande del «Cristo Rey»

El diestro mexicano Diego Silveti, salió como segundo en orden de lidia recibiendo a Soñador, un toro negro de 425 kilos de peso de la Ganadería de Rancho Grande, al cual entendió a plenitud, instrumentándole elegantes lances con el percal, conectándose con el público que en un cuarto de entrada cómodo se encontraba en los tendidos del coso taurino.
El debutante al tomar los tratos del último tercio de la lidia, fue metiendo a soñador en la muleta, y este noble y franco acudía sin reparos a los llamados que se la hacía con la flamula roja, haciendo sonar la música y recibiendo el aplauso del soberano.

Al llegar el sublime momento de ejecutar la suerte suprema la realizó con toda la verdad del toreo en su mano derecha, haciendo Rodar a soñador y la presidencia en consecuencia otorgando las dos orejas al diestro manito.

Así las cosas a Jesús Enrique Colombo quien también pisaba este coliseo por primera vez como matador de toros, no le quedó otra que poner toda la carne en el asador y al sonar el bronce y los cueros, anunciando la salida de Bombero de 435 kilogramos, el del Táchira de empleó a fondo, colocando como ya es costumbre las banderillas de manera espectacular y la tomar la tela roja aplicó todo el conocimiento taurino para dominar con pases bien templados el ejemplar de Rancho Grande, encelando al toro en la muleta y al público con su labor.

Al ejecutar la suerte suprema Colombo coloca en buen sitio a soñador y el estoque fue efectivo, para pasaportarlo y recibir la ovación del público el cual, además de las dos orejas otorgadas a toda ley, pidieron fuertemente el rabo, situación que no sucedió./Carlos Alexis Rivera

Ficha:
Curro Ramírez: Silencio y Silencio

Diego Silveti: 2 orejas y aviso.

Jesús Colombo: 2 orejas y aplausos.

Foto: Federico Montes