Plaza Monumental México. Doceava y última novillada del serial “Soñadores de Gloria”. Noche agradable en la que asistieron unas 2500 personas. Novillos de Barralva, bien presentados, pero de escaso juego.

Héctor Gutiérrez con su primero, decidió abreviar ante  la escasa  transmisión  del novillo, al que mató de una estocada trasera y tendida. Silencio.

Con su segundo novillo  el torero hidrocálido prácticamente pasó lo mismo,  ante un novillo que arrastraba una patita de los cuartos traseros y tuvo que matarlo a la brevedad de una estocada y un golpe de descabello. Silencio.

El queretano Juan Pedro Llaguno ante un novillo que lo dejó estar, sobresalió unos lances a la verónica cadenciosos. Llaguno firme y torero  realizó un trasteo muleteril en tandas  con la mano diestra, sobresaliendo  un bello trincherazo. Lástima que lo pinchó y escuchó un aviso.

Con su segundo, el torero tuvo detalles de clase y calidad.  Inició con muletazos  con una rodilla en tierra por abajo y luego continuó con su faena muleteril por ambos lados,  destacando los de la mano zurda en templados naturales.  No faltaron  los medios pases llenos de pinturería. Desafortunadamente falló con la espada hasta escuchar dos avisos y no obstante así en reconocimiento a su entrega, la gente lo hizo salir al tercio.

Miguel Aguilar estuvo muy dispuesto ante un novillo deslucido que pronto se refugió en tablas y el hidrocálido  le dio la lidia adecuada, tratando en todo momento de sacarle el mayor partido. Mató de una estocada certera. Palmas.

Con su segundo, Miguel ante otro novillo  complicado, luego de intentar por el pitón derecho, decidió abreviar. Dejó media estocada en buen sitio. Palmas.

Foto. Archivo