Tarde de apoteosis en la séptima de Pamplona, donde se cortaron siete orejas. Juan José Padilla, dijo Adiós y cortó tres orejas; Andrés Roca Rey, fue cogido en su primero, llevándose un fuerte golpe en el vientre que dejó una hematoma, para oreja y dos orejas a su segundo, lo que le significa ser el triunfador del serial con seis orejas cortadas.

Cayenato Rivera, saludo en el tercio y cortó una oreja a su segundo ante un extraordinario encierro de Jandilla.

Estos han sido los matices de una tarde llena de pasión y emociones.

La piel se erizo en ese adiós de Juan José quién fue entrega, clasicismo y disposición, para hacer de la tarde una situación de contrastes.

«Deseo torear el viernes«, declaró tras descartarse daños en la cabeza. Este guerrero que le debe buena parte de su fama a Pamplona cerró un romance que comenzó en 1999 con un Miura.

Tras el excepcional recibimiento de 2017 y la salida por la puerta grande de Cayetano, vuelve a enfrentarse al reto de torear en la capital navarra.

Por su parte, Roca Rey repite faena tras su gran éxito en el miércoles la corrida ante los Núñez del Cuvillo y después de dar una lección de tauromaquia a los niños y niñas de Pamplona en la escuela de toreo.

Pamplona siguió la fiesta y los toreros se fueron con el reconocimiento de la afición en una feria llena de contrastes y en donde el Rey de José Alfredo Jiménez, le da un toque especial.

ENCIERRO DE JANDILLA POR LA MAÑANA

Los toros de la ganadería gaditana de Jandilla han imprimido peligro y velocidad, dos características habituales en ellos, al séptimo encierro de los Sanfermines, en el que un corredor ha resultado corneado.

La carrera ha durado 2 minutos y 24 segundos en la misma línea que el resto de los encierros de este año que están resultando muy rápidos, y al término de la misma, según el primer parte médico, cuatro corredores han tenido que ser trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra, el herido por asta y otros tres más por contusiones.