Este jueves 7 de julio de 2022 se están cumpliendo 32 años de que el matador de toros tlaxcalteca, ahora flamante apoderado y criador de reses bravas, Mario del Olmo, hiciera su debut como novillero en la Monumental Plaza México durante la Temporada Chica de Verano 1991, concretamente en la undécima función del serial. 

Fue aquel domingo 7 de julio de 1991 cuando en el ruedo del gran coso de la Avenida de Los Insurgentes, Mario se presentó alternando con el jalisciense Carlos Alberto Barbosa y el neoleonés Arturo Manzur en la lidia de un encierro de la ganadería tlaxcalteca de Montecristo. 

El astado del debut de Del Olmo fue precisamente, el tercero de la tarde, de nombre “Deseo”, marcado con en el número 7 y con 412 kilos, mismo al que le cortó una valiosa oreja gracias a su carisma y buenas maneras para hacer el toreo y, a su segundo, el que cerró plaza, “Capricho”, número 97 y con 380, que mereció el arrastre lento, igualmente, bajo el mismo tenor, le “tumbó” un apéndice para al final ser apeado en hombros y, así, abrir la Puerta Grande de “El Encierro”. 

Esa campaña menor de 1991, Mario del Olmo llegó a torear cinco novilladas más, seis en total, incluida la del cierre de temporada que fue la del “Estoque de Plata”. 

Así que, luego de su triunfal presentación, la cronología de sus cinco siguientes apariciones en el ruedo del enorme embudo taurómaco de la colonia Noche Buena, se dio de la siguiente manera: 

La repetición de Mario se dio en la décima quinta función, el domingo 4 de agosto, con ganado de Julio Delgado, donde sólo tuvo una salida al tercio tras lidiar al primer ejemplar de su lote, llamado “Pajarito”. 

Vino luego, la tarde del domingo 1 de septiembre, durante la décima novena novillada del serial, cuando, con el ganado de La Guadalupana, dio una vuelta al ruedo en el burel que cerró el festejo, “Angelito” de nombre. 

Su cuarta aparición tuvo lugar en la vigésima tercera novillada, el domingo 29 de septiembre, con el encierro de José María Arturo Huerta, logrando cortar un apéndice a “Obra Maestra”, que recibió el arrastre lento. 

El domingo 6 de octubre volvió por quinta ocasión, ahora en el vigésimo cuarto festejo, para lidiar la novillada de El Olivo, en mano a mano con el lagunero Arturo Gilio. En el primer ejemplar de su lote, “Mi Cuate”, saludó desde el tercio y, a su segundo, “Melocotón”, le cortó las orejas para salir nuevamente en volandas por la Puerta Grande de “El Encierro”. 

Y en la novillada del “Estoque de Plata”, la vigésima quinta, el domingo 13 de octubre, tarde en la que se despidió el notable picador de toros Israel Vázquez, Mario del Olmo no tuvo suerte con su astado que, como todo el encierro fue de la divisa de Espíritu Santo. Todavía regaló un novillo, de El Olivo, pero sin tener la fortuna que el deseaba. El trofeo en disputa fue para Federico Pizarro tras obtener una oreja de “Antequerano”. El resto del cartel lo componían Raúl Bacelis, Leandro Quiroga “Machaquito” y Jorge Mora, así como el rejoneador Octavio Sánchez. 

Como dato adyacente, esa Temporada Chica de 1991 en la Monumental Plaza México, que se dio del 28 de abril al 13 de octubre, albergó el montaje de 25 novilladas bajo la empresa de Curro Leal. La pregunta es: ¿Estaremos lejos de volver a vivir algo así? 

Así fue entonces el paso de Mario del Olmo por la arena de la Monumental Plaza México como novillero, recordando de esta manera el XXXII aniversario de su debut en ella, ya que, en 1992, el 4 de abril, en el coso “Silverio Pérez” de Texcoco, Estado de México, tomó la alternativa cuando David Silveti (q.e.p.d.) le cedió el toro “Flor de Canela”, de Fernando de la Mora y, ante la presencia de Miguel Espinosa “Armillita Chico” (q.e.p.d.). 

DATO 

Un total de cinco orejas en seis tardes logró cortar el espada tlaxcalteca Mario del Olmo en la Monumental Plaza México, en 1991 

Foto Del Olmo