LOGROÑO (La Rioja), España. Lunes 18 de septiembre (Cultoro).- Unas 3 mil personas presenciaron el festejo menor en el coso logroñés “La Ribera” en el que se impuso el mexicano Valadez con un novillo de vuelta al ruedo. En tanto, sus alternantes Cadaval y “Toñete” pasearon orejas.

Una novillada santacolomeña con el hierro de La Quinta abría, la tarde de este lunes, la Feria de San Mateo de Logroño. En el cartel, tres novilleros como Leo Valadez, Alfonso Cadaval y Antonio Catalán “Toñete” haciendo el paseíllo.

En el primero de los encuentros, el novillo que abrió el festejo derribó de forma espectacular al caballo, echando la cara arriba. Un novillo parado, sin terminar de transmitir, al que Leo Valadez toreó al natural de forma ajustada por momentos. Fue la mano en la que basó el trasteo pero por la diestra se los tragaba de uno en uno. Al tirarse a matar, el novillo le propinó un fortísimo volteretón. Espectacular cogida. Le partió la taleguilla izquierda. A la segunda, tras reponerse con la ayuda de los subalternos, enterró el acero y cayó el animal. Hubo petición de trofeo pero sin concesión final. Vuelta al ruedo.

El novillo cuarto fue el que mayor juego dio y más transmisión tuvo, cortando dos orejas Leo Valadez, siendo premiado con la vuelta al ruedo el santacolomeño en el arrastre. Bien con el capote comenzó el azteca. Quitó por verónicas Alfonso Cadaval, replicando por zapopinas Valadez. A revienta calderas comenzó con un toreo bullidor de rodillas y fue a más la condición de un astado que no se cansó de tomar los trastos del mexicano. Por ambos lados lo pasaportó con tremenda lucidez Valadez, superior a zurdas, tirándose a matar dejando una estocada entera hasta los gavilanes. De hinojos terminó, antes, un trasteo que caló en “La Ribera” para salir en hombros al final.

El segundo salió con muchos pies, un animal bello de estampa. Vistoso fue el quite de Alfonso Cadaval. El de La Quinta se aburrió con un toreo muy vertical, respondiendo el animal hasta que se vino abajo. Le tocó las telas al sevillano y, a partir de ese momento, se vino abajo el trasteo. Animal fijo, al que se los pegó de uno en uno. Falta de entendimiento entre el novillero y el animal. Se tornó en pasador su tranco. Mató de bajonazo y dio vuelta al ruedo tras petición.

Una oreja paseó Cadaval del quinto, un novillo manso de libro, ya barbeando las tablas de salida. El sevillano se puso en los medios con un novillo que se arrancó pronto y se creció. Por ambos lados lo pasaportó con actitud y determinación, más que oficio. Mató de estocada en buen sitio y paseó el premio entre el cariño de la afición riojana.

Antonio Catalán “Toñete” recibió gustándose al tercero, otro novillo bonito de estampa. Quitó por crinolinas Valadez. Lo vio pronto “Toñete” y se puso de verdad en proposición para plantearle trasteo al cárdeno. Quiso hacer las cosas bien, corriendo la mano, alargando el viaje y llevando embebido en los trastos al animal. Cortó una oreja tras pasaportarlo con la espada.

En el sexto, como mejor anduvo el novillero “Toñete” fue al natural. El astado escuchó palmas de aprobación de salida. Firme anduvo el novillero pero le faltó el punto de transmisión a su oponente tras llegar arriba. Palmas tras aviso.

FICHA: LOGROÑO (LA Rioja), España. Coso “La Ribera”. Primera de la Feria de San Mateo. Novillada picada. Un tercio de entrada. Novillos de La Quinta, de vuelta el cuarto. El mexicano Leo Valadez: Vuelta al ruedo y dos orejas, con salida en hombros. Alfonso Cadaval, vuelta al ruedo y una oreja. Antonio Catalán “Toñete”: Una oreja y palmas tras un aviso.