Rafael de Paula, una de las grandes figuras del toreo andaluz, falleció este domingo a los 85 años. Nacido el 11 de febrero de 1940 en el popular barrio de Santiago, en Jerez de la Frontera, Rafael Soto Moreno —su nombre real— fue un torero de sensibilidad única, capaz de transformar cada pase en una expresión de arte.
Debutó en público el 9 de mayo de 1957 en Ronda y tomó la alternativa en la misma plaza el 9 de septiembre de 1960, de manos de Julio Aparicio, con toros de Atanasio Fernández. Confirmó la alternativa en Madrid en 1974, apadrinado por José Luis Galloso y con Julio Robles como testigo.
Aunque su trayectoria no fue extensa en número de corridas, cada tarde en que Rafael de Paula se vestía de luces era un acontecimiento. Su estilo pausado, lleno de hondura y elegancia, lo convirtió en un torero de culto, admirado por su pureza y su forma irrepetible de entender el toreo.
En 2002 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

