El novillero lagunero Arturo Gilio, quien el pasado miércoles 30 de septiembre al estar toreando un toro en el rancho El Rosario, sitio donde se ubica la ganadería de Santín, casa de la divisa en azul, rojo y blanco, propiedad del también empresario taurino Juan Antonio del Hoyo, vecino del municipio de Jerécuaro, Guanajuato, sufrió una aparatosa voltereta para caer mal y lesionarse la región cervical (esguince de segundo grado), además de que ya en la arena el astado le pateó la cabeza provocándole un traumatismo craneoencefálico, que mereció 15 puntadas y, la fractura del tabique nasal, siendo trasladado a la ciudad de Querétaro y ser ingresado en la clínica Alcocer, donde permanece en minuciosa observación, presenta una más que buena evolución.

Según el reporte que nos dio el matador de toros retirado, ganadero y empresario Arturo Gilio Hamdan, padre del chaval, el peligro de hecho ya pasó luego de haberse evaluado y atendido las complicaciones en el cuello, la cabeza y la nariz. Este jueves, se dice, ya amaneció mucho mejor y, aunque permanece en observación, es posible que este viernes o sábado pueda ser dado de alta para terminar de recuperarse en casa y a base de mucho reposo.

Para Arturo Gilio éste fue su segundo percance, recordando que el anterior fue algo similar en España, en septiembre de 2019, cuando tentaba en la ganadería gaditana de Ana Romero y estuvo inactivo por 15 días.

Ahora, por estas lesiones, el chaval coahuilense, quien estaba llevando una intensa preparación en el campo bravo nacional, se perderá de lidiar un astado este sábado 3 de octubre en la dehesa de Coyotepec y la semana próxima ya tenía varias invitaciones a la cabaña brava tlaxcalteca.